Publicado en Vanguardia Liberal en abril 28 de 2010
Esta semana se registró el ya tradicional escándalo uribista. El bochinche salpicó a Luís Ernesto Mejía, fórmula vicepresidencial de Noemí Sanín. La empresa de su familia -Baterías MAC- giró plática a la Corporación Colombia Cambió, como lo advirtió Daniel Coronell en Semana. Mejia aceptó y después negó que el dinero fuera entregado a la campaña de Andrés Felipe Arias, más conocido como el Pincher Arias; quien manifestó conocer que "Las empresas no pueden financiar candidatos, según la ley”. Este incidente se encuentra asociado a la forma de actuar del uribismo, recordemos que los promotores del fracasado referendo reeleccionista son procesados por tejemanejes similares.
Ahora, se entiende que el Vice de Noemí, ex Ministro de Minas y Energía de Álvaro Uribe, exprese (en efectivo) sus agradecimientos a sus excolegas de gabinete. Es que poco después de salir del gobierno, Baterías MAC fue beneficiada con la Licencia Ambiental 1236 (2006) “para la actividad de importación de baterías usadas”. Entre otros, esta resolución se basa en el decreto 1220 de 2005 que –a diferencia del anterior (el 1180 del 2003)- permite este tipo de importaciones. El 1180 sólo permitía el otorgamiento de licencias para “La producción de pesticidas y de aquellas sustancias, materiales o productos sujetos a controles por tratados, convenios y protocolos internacionales”. El 1220 -suscrito por Uribe- agregó la palabrita “importación” a la de “producción” y listo el pollo.
Esta semana se registró el ya tradicional escándalo uribista. El bochinche salpicó a Luís Ernesto Mejía, fórmula vicepresidencial de Noemí Sanín. La empresa de su familia -Baterías MAC- giró plática a la Corporación Colombia Cambió, como lo advirtió Daniel Coronell en Semana. Mejia aceptó y después negó que el dinero fuera entregado a la campaña de Andrés Felipe Arias, más conocido como el Pincher Arias; quien manifestó conocer que "Las empresas no pueden financiar candidatos, según la ley”. Este incidente se encuentra asociado a la forma de actuar del uribismo, recordemos que los promotores del fracasado referendo reeleccionista son procesados por tejemanejes similares.
Ahora, se entiende que el Vice de Noemí, ex Ministro de Minas y Energía de Álvaro Uribe, exprese (en efectivo) sus agradecimientos a sus excolegas de gabinete. Es que poco después de salir del gobierno, Baterías MAC fue beneficiada con la Licencia Ambiental 1236 (2006) “para la actividad de importación de baterías usadas”. Entre otros, esta resolución se basa en el decreto 1220 de 2005 que –a diferencia del anterior (el 1180 del 2003)- permite este tipo de importaciones. El 1180 sólo permitía el otorgamiento de licencias para “La producción de pesticidas y de aquellas sustancias, materiales o productos sujetos a controles por tratados, convenios y protocolos internacionales”. El 1220 -suscrito por Uribe- agregó la palabrita “importación” a la de “producción” y listo el pollo.
Para otorgar esta licencia a MAC también fue necesario derogar la Resolución 189 que prohibía “introducir al territorio nacional residuos peligrosos”. Las baterías usadas son consideradas residuos peligrosos.
Cuando se cayó la resolución 189, un editorial de El Tiempo (julio 17 de 2006) -titulado Resoluciones Tóxicas- preguntaba: “¿Qué empresas están interesadas en importar residuos peligrosos? ¿Hay alguna de ellas vinculada a altos funcionarios?” El Espectador (julio 23) reveló que después de desaparecer la resolución 189, la exministra uribista Sandra Suárez “le otorgó una licencia ambiental a la empresa Baterías MAC, que pertenece a la familia del ex ministro de Minas Luís Ernesto Mejía”. Es natural, entonces, que Baterías MAC y otros empresarios beneficiados por la confianza inversionista uribista muestren su lealtad con el Campeón de Agro Ingreso Seguro, el temible Pincher Arias.
Cuando se cayó la resolución 189, un editorial de El Tiempo (julio 17 de 2006) -titulado Resoluciones Tóxicas- preguntaba: “¿Qué empresas están interesadas en importar residuos peligrosos? ¿Hay alguna de ellas vinculada a altos funcionarios?” El Espectador (julio 23) reveló que después de desaparecer la resolución 189, la exministra uribista Sandra Suárez “le otorgó una licencia ambiental a la empresa Baterías MAC, que pertenece a la familia del ex ministro de Minas Luís Ernesto Mejía”. Es natural, entonces, que Baterías MAC y otros empresarios beneficiados por la confianza inversionista uribista muestren su lealtad con el Campeón de Agro Ingreso Seguro, el temible Pincher Arias.
Esperemos que no corra la misma suerte que sus colegas del referendo, sobre todo que hasta ahora los uribistas no cuentan con un fiscal de bolsillo.
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