martes, agosto 26, 2008

¿El gobierno hunde a los más necesitados?

Columna publicada en Vanguardia Liberal en agosto 20 de 2008
Siguiendo las recomendaciones de un médico amigo empecé a consumir bebidas preparadas con avena cruda en grano en lugar de avena procesada. Comprobé que esta preparación es fácil y que las bebidas tienen un mejor sabor y son más nutritivas.


Pero, además, la diferencia de precio entre uno y otro producto es enorme. Un kilo de avena en grano cuesta 3.200 pesos en un almacén cercano a la Plaza Sur. Mientras que uno de avena en hojuela -en un supermercado- tiene un valor que oscila entre 8.400 y 11.000 pesos. La avena instantánea cuesta entre 12.600 y 14.900 pesos el kilo. Similares diferencias de precio y calidad encontramos entre los jugos procesados y naturales, la leche, las harinas y los flanes y mayonesas preparados en casa al compararlos con los empaquetados.

De tal manera que cualquiera pensaría que, en un país que cuenta con millones de desnutridos y pobres, y con un escandaloso aumento del costo de vida, el gobierno debería promover el consumo de alimentos no procesados, que resultan más nutritivos y económicos que los otros. Se beneficiarían además los pequeños y medianos productores y comerciantes nacionales, que son gremios que tienden a desaparecer bajo los últimos gobiernos, que sólo les apuestan a las transnacionales y los grandes empresarios.

Los ejemplos sobran. El pasado 24 de julio, y en medio del debate nacional sobre los cuestionados (y por fortuna aplazados) decretos que prohiben la venta de leche cruda, el presunto ministro de Agricultura confesó (Portafolio): “Estamos trabajando para que los agroindustriales puedan absorber más producto y, a su vez, sea menor la cantidad que entre por los canales informales”.

El propósito es –entonces- apoyar a los grandes empresarios (como en el caso Carimagua y otros) y eliminar a los pequeños. De paso –con la prohibición de la leche cruda- perjudicar a consumidores que deben pagar el doble de precio por la leche pasteurizada. Es un hecho que la leche cruda hay que hervirla y que algunos (no todos) le agregan agua y tóxicos para evitar que se dañe. Pero la solución no puede ser quitarles el trabajo a los más vulnerables, sino fortalecer las entidades encargadas de la asesoría y el control, en lugar de debilitarlas o acabarlas, que es lo que ha ocurrido en los últimos gobiernos ultra-neoliberales.

lunes, agosto 18, 2008

Contaminación en los Juegos Olimpicos

Columna publicada en Vanguardia Liberal en agosto 13 2008

La inauguración de los Juegos Olímpicos es siempre un evento emocionante y fastuoso. Sin embargo, hay que reconocer que la República Popular China se lució con el sorprendente espectáculo con que inauguró las actuales Olimpiadas la semana pasada.

También se han destacado sus atletas, que lideran –en el momento- el tablero de medallas. El lunar del evento –según han informado los medios- es la contaminación existente en la capital del país más poblado del planeta y uno de los mayores emisores de gases de invernadero, relacionados con el calentamiento global. El legendario corredor de fondo etiope Haile Gebreselassie justificó su no asistencia al certamen advirtiendo: “No voy, no quiero suicidarme”. “Es una decisión que tomé para proteger mi salud” “El maratón será imposible a causa de la contaminación, el calor y la humedad”.

Los ciclistas de Estados Unidos fueron criticados pues llegaron al país usando máscaras antigases y diferentes deportistas le han achacado a la contaminación sus trastornos y bajos rendimientos.

Beijing es –en efecto- considerada como una ciudad con elevados niveles de contaminación. Previendo estos problemas las autoridades chinas tomaron medidas para reducir la contaminación del aire durante los Juegos; por ejemplo, cerraron muchas fábricas y construcciones y restringieron el tráfico de vehículos.

Pero aun con estas medidas, los datos publicados son alarmantes, no tanto para los atletas que seguramente experimentarán molestias temporales, sino para los habitantes de la enorme ciudad, que deben respirar todo el tiempo la venenosa mezcla de gases, vapores y partículas. Se ha informado, por ejemplo, que la concentración de partículas PM10 (menores de 10 micrómetros) cerca de la sede de los Juegos supera ampliamente la norma establecida por la Organización Mundial de la Salud, en 50 microgramos por metro cúbico.

La contaminación del aire ha sido relacionada con diferentes trastornos de salud, que afectan las vías respiratorias y el corazón, entre otros. Por supuesto que las ciudades colombianas no escapan a esta realidad y algunas cifras reportadas en el país superan incluso la norma nacional, que es más laxa que la internacional. Con un agravante: muchos contaminantes no se miden, así que no sabemos su real concentración en el aire. Aquí como allá las autoridades tratan de minimizar un problema que ocasiona muchas más enfermedades y muertes anuales que los terroristas de todos los pelajes.

sábado, agosto 09, 2008

¿Qué pasará si el nivel del mar aumenta tres metros?

Columna publicada en Vanguardia Liberal es agosto 6 de 2008

El candidato demócrata Barack Obama anunció que –si es electo- reducirá la dependencia que tiene Estados Unidos del petróleo. Para ello invertirá en fuentes alternas de energía, como biomasa, solar, vientos, otras. Si Obama cumple sería un viraje importante, que seguramente no es del agrado de las multinacionales petroleras, pero que podría incidir favorablemente en el compromiso mundial de reducir las emisiones de gases de invernadero, asociadas al calentamiento global y al consiguiente aumento del nivel de los océanos.

Para Peter Ward de la Universidad de Seattle el aumento del nivel marino es “la consecuencia más importante (y peligrosa) del calentamiento terrestre”. Las mediciones realizadas por satélites y mareógrafos indican que efectivamente este nivel continúa subiendo. Los océanos –como todo líquido sometido a calentamiento- se dilatan y ocupan un mayor volumen. Además, el derretimiento de los hielos polares y de los nevados, genera un incremento adicional del nivel del mar.

El Panel Internacional sobre Cambios Climáticos estima que este nivel aumentará unos 60 centímetros este siglo. Sin embargo, su presidente admite que éste es un valor mínimo si se tiene en cuenta que sus modelos no consideraron el impacto del sorprendente incremento de los deslizamientos hacia el mar de los glaciares costeros, un fenómeno medido hace poco. Así que cualquier cosa puede pasar. Algunos temen que el nivel del mar podría subir tres metros durante el presente siglo. ¿Qué pasaría si esto ocurre?

La revista francesa Science & Vie (www.science-et-vie.com) presenta un simulador que permite tener una idea de lo que sucedería si la actual tendencia se mantiene. Por ejemplo, se observa que si el nivel del mar aumenta tres metros, el sector amurallado de Cartagena se convertirá en una isla, lo mismo que la actual península de Bocagrande. Se inundarán gravemente los barrios de Marbella y Crespo (incluido el aeropuerto) y la Boquilla, antiguo pueblo de pescadores, prácticamente desaparecerá. El avance de las aguas afectará sobre todo al sector suroriental de la ciudad, lleno de barriadas pobres, que ya se inundan con frecuencia.

En Colombia, INVEMAR advierte: “Si el aumento sigue según lo pronosticado, la inundación en las costas bajas de Colombia será extensiva, y este efecto se presentará paralelamente a la intensificación de la erosión de terrenos susceptibles”. Fenómenos ya visibles en algunos puntos de la costa caribe.