sábado, junio 28, 2008

¿El Plan Colombia es para debilitar o fortalecer el narcotrafico?

Columna publicada en Vanguardia Liberal en Junio 18 de 2008

Se supone que el objetivo del Plan Colombia era el de reducir el narcotráfico y cortarle de paso uno de los combustibles de las múltiples violencias que padece el país. Sin embargo, las cifras oficiales gritan que toda esta parafernalia de operaciones militares, muertos, fumigaciones, destrucción ambiental y millonaria inversión, no sólo no ha reducido un ápice el problema sino que lo ha agravado.

No son infamias de la oposición. Leo –por ejemplo- en el periódico uribista El Tiempo del viernes: “En el 2007, el año en el que Colombia más coca fumigó y erradicó manualmente, los cultivos ilegales se dispararon en un 25 por ciento. La última medición del Sistema Nacional de Monitoreo (Simci) encontró 98.000 hectáreas de coca en el 2007, 20 mil más que las registradas en el 2006 (78.000)”. Según el Departamento de Estado de Estados Unidos en 1996 Colombia “sólo” producía 300 toneladas de cocaína; pues bien esta cifra se duplicó, pues pasó a 600 en estos últimos años.

Un informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de marzo de este año advierte: “Colombia sigue como primer exportador de coca hacia Europa y los Estados Unidos” y agrega “Los esfuerzos de erradicación se vieron contrarrestados por el mejoramiento de los métodos de cultivo, la siembra de nuevas variedades y la mayor eficiencia de los laboratorios que procesan la hoja”. Es decir, que esta gente se tecnificó y ya se sabe lo que esto significa para un productor: mejora sus ganancias. Así que el narcotráfico está en el mejor de los mundos.

El problema es que si éste es uno de los combustible de las violencias que incendian a Colombia (“El país más violento de América”) no está muy claro cuando vamos a salir del agujero negro en el que estamos (Colombia es tambien subcampeon mundial en desplazamiento interno).

Por eso tiene razón el periodista Antonio Caballero en Semana cuando afirma que la muerte del anciano guerrillero Tirofijo es un hecho intrascendente para la solución del conflicto colombiano, mientras no cambien las condiciones objetivas que lo generaron: un modelo de desarrollo que no reduce las desigualdades y la pobreza extrema sino que las aumenta. Tirofijo ni los narcos criollos ni los mercenarios paracos hoy extraditados (Y menos Ecuador o Venezuela) crearon una situación histórica aberrante que los colombianos nos negamos a aceptar y menos a resolver a fondo.

Animales clonados: ¿Llegaran a nuestros platos?

Publicado en Vanguardia Liberal en junio 25 de 2008

La famosa ovejita Dolly fue el primer animal clonado –en 1996- a partir de células tomadas de un individuo adulto. Más tarde se clonaron otras especies como ratones, vacas, cabras, cerdos, conejos y caballos. El interés es reproducir individuos idénticos, con características interesantes comercialmente, como es una mayor producción de leche o carne. Esta es una reproducción asexual, diferente de la sexual en la que el macho y la hembra aportan cada uno su material genético y producen individuos con características diferentes a las de sus padres.

Durante las primeras etapas del proceso evolutivo de las especies, se cree que la reproducción de los primeros organismos era por división celular (como ocurre todavía con algunos), lo que producía individuos idénticos. Es con la aparición del sexo que la diversidad biológica prospera; el sexo es considerado un motor de la biodiversidad. Por ello, algunos consideran que la clonación es un atentado contra la diversidad y la misma evolución.

La diversidad explica por qué cada persona tiene su propia huella genética, que permite su identificación. Esas diferencias son las que también hacen posible que los individuos no tengan la misma respuesta frente a una amenaza, como es el caso de las plagas o enfermedades. Así, al existir dentro de una misma población individuos que tienen una mayor resistencia frente a una determinada enfermedad, la supervivencia del conjunto está asegurada. En una población donde todos son idénticos, las posibilidades de defensas son menores frente a una plaga, enfermedad o cambio climático. Así que la diversidad es también un mecanismo de supervivencia.

La otra inquietud con los clonados es si su consumo puede ser nocivo para la salud. Aunque su comercialización actual tiene el inconveniente de que los animales clonados son muy costosos, el consumo de la carne y leche de estos animales fue aprobado en Japón en el 2006. En Estados Unidos, la Food and Drug Administration asegura que son aptos para consumo humano.

La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria –por su parte- ha analizado el asunto con mayor prudencia y ha señalado que se requieren mayores estudios. Lo que parece sensato si consideramos que los animales clonados no gozan de muy buena salud y mueren antes que los normales. Para activistas de Greenpeace: "Las prisas por introducir esta tecnología obedecen a intereses económicos de las grandes multinacionales".