sábado, julio 11, 2009

Referendo por el agua: Uribe lo deseco

Publicado en Vanguardia Liberal en abril 29 de 2009

El referendo por el agua fue presentado al Congreso después de un proceso transparente de recolección de firmas, a diferencia del referendo reeleccionista uribista, cuyos promotores son investigados por las autoridades. También vale la pena recordar que el primer promotor de una reelección de Uribe fue el detenido exsenador Ciro Ramírez, llamado a juicio por la Fiscalía por vínculos con narco-paramilitares. ¿Por qué será que a un acusado de narcotráfico le interesa prolongar indefinidamente el mandato de Uribe? ¿No se supone que los narcos odian a los que los combaten?

Sobre todo que éste no es el único caso.Las reelecciones uribistas se han fraguado en las entrañas de la Casa de Nariño. Todo lo contrario de lo ocurrido con el referendo del agua, que contó desde el principio con la férrea oposición de Uribe, interesado en quedar bien con los negociantes que consideran que el agua es una mercancía y no un derecho. Visión mercantil que conduce a un deterioro del recurso y a un encarecimiento del líquido.

En concordancia con esta visión mercantil, este gobierno introdujo graves retrocesos en la legislación ambiental. Por ejemplo, los cambios sobre licencias ambientales fueron los que hicieron posible que proyectos mineros –como el de la Greystar- pudieran desarrollarse en zonas de influencia de páramos, donde nace el agua de Bucaramanga, hoy amenazada por la minería a cielo abierto. Eso estaba prohibido en el decreto 1728, que Uribe derogó.

La secta uribista argumenta que toca apoyar el referendo reeleccionista pues es una iniciativa popular, así que apoyar este y no los otros dos (agua y penas a violadores), constituía una incoherencia mayor. Como además existe el temor de los uribistas de no lograr la aprobación a tiempo de la cuestionada reforma política y de no lograr la votación mínima requerida si sólo se realiza el referendo reeleccionista, la última voltereta uribista quedó servida. De ahí que –aparentemente- aprobaron el referendo del agua, pero lo aprobado busca todo lo contrario a lo que pretende el referendo original. Aprobaron un referendo para acabar el agua.

Por lo mismo ejerceré mi derecho a la abstención, sobre todo si los referendos son votados el mismo día. Lo peor que le puede pasar al agua y a la democracia es una nueva reelección de Uribe. Y de sus hijos.


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