Publicado en Vanguardia Liberal en mayo 13 2009
Continúa el debate mundial en torno a los efectos de los campos electromagnéticos que producen las antenas de telecomunicaciones sobre la salud de las personas. Algunos estudios concluyen que éstos ocasionan problemas a la salud, otros –financiados casi siempre por los fabricantes de equipos- sostienen lo contrario. Sin embargo, considerando antecedentes como los del cigarrillo y algunos pesticidas y fármacos, la mayoría de los países ha incluido en su legislación el Principio de Precaución.
Durante décadas, los fabricantes de cigarrillos y pesticidas afirmaron que éstos no eran nocivos para la salud, manipulando en algunos casos los estudios, hasta que las evidencias aportadas por científicos independientes (que intentaron ser desacreditados por los fabricantes), obligaron a las autoridades a tomar medidas. Si oportunamente se hubiesen tomado medidas preventivas, millones se habrían salvado. El Principio de Precaución establece que no se requiere certeza científica total para tomar medidas para proteger a la población. En Colombia, este principio fue incluido en la ley 99 de 1993.
Este Principio de Precaución fue invocado por el alcalde de un municipio francés la semana pasada, para retirar las antenas de las escuelas. Este municipio también podría ser el primero en Francia en realizar un ensayo de emisiones en las antenas de solo 0.6 voltios/metro, el ensayo pretende cuestionar la legislación en Francia que permite emitir entre 41 y 61 v/m. Muchos otros municipios europeos han manifestado su interés en controlar las emisiones y se han vinculado a asociaciones de ciudadanos y científicos, como Robin de los Techos o el Centro de Investigación sobre Radiaciones Electromagnéticas (Criirem). Los operadores -por su parte- argumentan que si la norma se reduce, sería necesario multiplicar el número de antenas.
En Bucaramanga el concejal Alfonso Prieto elaboró un proyecto para regular la instalación de antenas. El ingeniero Luis Omar Sarmiento, Decano de Telecomunicaciones de la Universidad Santo Tomás, presentó una ponencia sobre el tema al Concejo. Oportuna propuesta del concejal pues lo que se percibe es un desorden total y la ausencia de investigaciones orientadas a evaluar y mejorar la situación. Algunas antenas se han instalado incluso sobre los techos de edificios de apartamentos, sobre las cabezas de los moradores del último piso, algo impensable en países con políticas orientadas a proteger a la ciudadanía. Lo que no es el caso de Colombia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario