miércoles, febrero 01, 2006

Noticias ecológicas de Francia

Columna publicada en Vanguardia Liberal en diciembre 28 de 2005

Hacia años que no visitaba Europa en invierno, el viento glacial que me azotó a la llegada a la capital francesa me recordó que ésta no es la mejor época del año para corronchos de tierra caliente, como es mi caso. Una niebla espesa cubre las vías interurbanas, lo que obliga a los conductores a marchar con las luces encendidas durante el día. Algo plenamente justificado en países con estaciones, lo que resulta incomprensible es que entre Bucaramanga y Piedecuesta se nos obligue a hacer lo mismo. Europa no escapa a los cambios de clima que se experimentan en todo el planeta y este año el frío llegó más temprano.

En el momento de escribir esta nota la temperatura exterior es de un grado centígrado bajo cero, leo en la prensa que hace un año era de 10 a 12 grados más elevada. Cambios climáticos en todo el planeta que han generado pérdidas económicas sin precedentes, según se anunció en la última conferencia sobre el tema.

Frente a estos y otros problemas ambientales los europeos –a diferencia de países como el nuestro- han tomado medidas. Las empresas aumentan la eficiencia de los procesos y adoptan tecnologías orientadas a economizar agua, energía y materias primas. En Colombia, aparte de unos casos particulares, los avances en ecología industrial son precarios. Con el transporte ocurre algo parecido. Mientras en Colombia liquidamos el ferrocarril, en estos países el sistema se fortaleció con el tiempo. Es un medio de transporte cómodo, económico en energía y relativamente barato.

Por ejemplo, para recorrer una distancia equivalente a la que existe entre Bucaramanga y Bogotá en tren pagamos unos 100.000 pesos por persona (con promociones puede costar la mitad). El tren de gran velocidad gastó unas dos horas y pico, más o menos lo que se demora un viaje de Bucaramanga a Bogota en avión, si se tiene en cuenta la subida al aeropuerto y el tiempo de espera en el mismo. El mayor costo energético y económico de los procesos industriales y el transporte en Colombia son factores de gran incidencia en la competitividad de nuestros empresarios agrícolas e industriales.

Con relación a los hogares, se hace énfasis en el control de la calefacción, se estimula el uso de sanitarios de bajo gasto de agua y de electrodomésticos y bombillas de reducido consumo de energía. Las autoridades estiman que el ahorro que resulta de remplazar una nevera de alto consumo por una de bajo (en 10 años) es de unos 424 euros (1200000 pesos).

Por lo demás, algunas ciudades han acordado no usar bolsas desechables en los supermercados y tiendas, para reducir la generación de residuos. La producción limpia, los programas de ahorro de agua y energía, la reducción del uso de materiales desechables, la racionalización del transporte, el ordenamiento del uso del suelo y la educación para el consumo responsable son programas que nos demuestran que el desarrollo social y económico no es incompatible con la gestión inteligente del medio natural y humano.






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