El pasado 17 de diciembre, el ministro de ambiente declaró a Vanguardia
que “citará al Instituto Alexander Von
Humboldt (IAVH) para que explique por qué dio un concepto favorable (para la
creación de un parque natural regional en Santurban), pero emite 10 condiciones
que no están claras”. El IAVH le
respondió al ministro que las opiniones técnicas expresadas en su concepto “no
constituyen condicionamiento alguno”.
Después del leer el concepto, cualquiera se pregunta ¿Por qué el
ministro le pide explicaciones al IAVH y no
a la CDMB que es la que resulta cuestionada en el concepto? ¿No leyó el
ministro el concepto de una dependencia adscrita al ministerio que él dirige? ¿Estamos
frente a otro ejemplo de la descoordinación que reina en el Sistema Nacional Ambiental
(SINA)?
EL concepto del IAVH advierte que la primera solicitud de declaratoria
de parque la recibió en septiembre de
2010 y emitió un concepto favorable. Se trataba de 12267 hectáreas que se
redujeron a 10890 en la cuarta solicitud (octubre 2012), hecha por la actual
dirección de la CDMB. Lo curioso es que se redujo el área del parque en zona de
mega minería y se aumentó la cota del páramo de 3000 a 3400 m.s.n.m; todo esto
sin mayores justificaciones. Por lo mismo, el IAVH le hace un “llamado de atención”
a la CDMB sobre la inconveniencia de propiciar estos bandazos en las
propuestas.
En los países serios, la declaratoria de un parque natural no implica ningún
traumatismo mayor; ya que las
autoridades cumplen con las funciones que les asigna la ley. Aquí no, por ello en
un contexto de politiquería y vacíos institucionales, y frente a un montón de
necesidades insatisfechas, muchos ven a las multinacionales mineras como los
nuevos redentores.
En enero 2010, visité el parque regional natural de Queyras en Francia (65.000
hectáreas) y conversé con personas que han habitado toda su vida en esos sitios;
todos contentos y con trabajo. Millones de personas han visitado el parque desde
su creación en 1977 y los nativos les ofrecen servicios de restaurantes,
hoteles, alquiler de equipos y ventas de servicios y productos ecológicos
varios. Así que el problema de fondo es la tremenda
debilidad estructural que padecen nuestras autoridades, locales y
nacionales.
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