jueves, enero 12, 2012

SIGUE EL CIRCO DE LAS BASURAS

Publicado en Vanguardia Liberal en enero 11 de 2012


Se aproxima el cierre del Carrasco y hasta el momento no se conocen alternativas viables para la gestión inteligente de las basuras de Bucaramanga y demás municipios. Sobre todo que los alcaldes siguen creyendo que la solución es buscar un lote para enterrar los residuos en un hueco, como los gatos. El atraso es total, pues incluso el concepto de relleno sanitario ya no se usa en muchos países, como me comentaba un funcionario francés hace poco.

Recordemos que en 1992, en la Cumbre de la Tierra (Brasil) los países acordaron reducir los rellenos sanitarios y hacer énfasis en el cierre de los ciclos de los materiales, como se enseña en libros de Ecología hace 40 años. Estos acuerdos mundiales influyeron en la legislación de los países. La ley 99 de 1993 –por ejemplo- establece que Colombia seguirá los principios del Desarrollo Sostenible. Por ello la legislación sobre residuos no ordena enterrar las basuras en un hueco, proceso no sostenible, sino aplicar Planes de Gestión Integral de los Residuos.

Es lo que han hecho otros países. El pasado viernes estuve visitando uno de los siete centros de acopio de residuos sólidos de la muy limpia ciudad francesa de Angers (200 mil habitantes). En estos centros se reciben desechos domésticos. Allí, unas personas recuperan la ropa que se encuentra en buen estado; la irrecuperable se lleva a una planta donde se producen materiales aislantes de paredes, techos y demás. Los muebles son reparados y pintados. De los irrecuperables se aprovecha la madera, una parte se quema en una caldera que alimenta la calefacción del lugar. Igual para electrónicos, juguetes, libros y demás.

Todo el material recuperado se lleva a una especie de supermercado, donde se venden elementos que parecen nuevos a precios minúsculos. En forma paralela existen campañas de minimización, por ejemplo en los supermercados (hace años) no entregan bolsas plásticas y también se venden radios que no necesitan baterías.

El material orgánico se lleva al recién inaugurado sistema Biopole que remplazará la incineración. En este se produce biogás, usado para generar calor o electricidad. También compost (abono), cuya calidad se espera mejorar incrementando la separación en la fuente. Por supuesto que lo anterior exige investigación, planificación, capacitación y mucha educación pública; para evitar emergencias sanitarias como la que vive Ciudad de México por estos días.

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