miércoles, septiembre 02, 2009

Las acusaciones provienen del uribismo, no de la Corte

Publicado en Vanguardia Liberal en agosto 26 2009
“El propio presidente Álvaro Uribe repartió Notarías”. Así le informó a la Corte Suprema el ex Superintendente de Notariado y Registro Manuel Cuello Baute. Se refería a la feria de notarías celebrada para lograr la aprobación del referendo que pretende atornillar a Uribe en la presidencia. Cuello salpicó en su declaración a 34 congresistas uribistas, altos funcionarios y hasta a los multimillonarios hijitos de Uribe.

La denuncia sobre las notarias ya había sido formulada por Yidis Medina, uribista arrepentida que fue tildada de loca por sus examigos. Estas declaraciones también implicaron a Teodolindo Avendaño, otra destacada lumbrera del uribismo que terminó en la guandoca.

Cuello Baute no es de la oposición ni es magistrado de la Corte. Más bien hace -o hacía- parte del uribismo recalcitrante. Tanto que el presidente Uribe es padrino de su hijito. Así que frente a la denuncia de un compadre del presidente ¿Qué más podía hacer la Corte Suprema sino investigar? Eso hizo y hasta ahora encontró que –por ejemplo- el senador Alirio Villamizar (apasionado defensor del referendo) guardaba en su mansión una gruesa suma de dinero y comprometedores documentos.

Tan grave es la cosa que hasta el Procurador –que había criticado a la Corte por investigar a los congresistas reeleccionistas- decidió llamarlos a puyengue. Uno de los salpicados por Cuello fue el exsenador uribista Ciro Ramírez, adalid de la primera reelección, que también esta acusado de narcoparapolitica.

El sábado Noticias Uno informó que el abogado del general Rito Alejo del Río, otro amigo intimo de Uribe que está en la sombra, sostuvo que “el presidente Álvaro Uribe tuvo pleno conocimiento de la operación Génesis que se desarrolló en el Uraba chocoano, en 1997, cuando se desempeñó como gobernador de Antioquia y que su defendido sólo cumplió órdenes”. Rito Alejo es acusado por la fiscalía de presunta complicidad en asesinatos y otras tropelías cometidas por paramilitares en esa región.

Rito –el acusador- tampoco es de la oposición, más bien el presidente le hizo un homenaje de desagravio en el Hotel Tequendama. En la época del proceso 8000 un exfiscal afirmó que el presidente Samper no sería sancionado pues sus jueces eran sus cómplices de la Comisión de Absoluciones de la Cámara. Ahora no hay que esperar nada diferente, sobre todo que viajamos de Guatemala a Guatepeor.

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