lunes, julio 29, 2013

Mexsana: ¿una costumbre sana?

Publicado en junio 26 de 2013

La Agencia de Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de Estados Unidos anunció, a fines del año pasado, que actualizará la ficha técnica del producto antibacteriano Triclosan; pues recientes  estudios científicos tienden a confirmar sus efectos nocivos sobre la salud humana y el medio natural.

Este producto se utiliza en muchos países como ingrediente para prevenir la contaminación  bacteriana en ropas, juguetes, cremas dentales, jabones antibacterianos, desodorantes (como Yodora) y talcos, como el famoso Mexsana. Uno de estos estudios fue realizado por el profesor Isaac Pessah (UCDavis University, 2012), quien encontró que ratones sometidos a dosis similares a las recibidas por el ser humano en su vida cotidiana presentan un efecto depresor “realmente espectacular” sobre sus funciones cardiacas.

 El grupo de investigación se declaró sorprendido por la “alteración de la actividad muscular de diversos órganos, entre ellos, el musculo cardiaco” (http://news.ucdavis.edu/search/news_detail.lasso?id=10301). Así que no lo recomiendan para humanos con problemas de esta naturaleza. Los resultados con  ratones no son necesariamente extrapolables a humanos, pero sí alertan sobre posibles riesgos. La FDA pone en una balanza –como es lo habitual-  los riesgos y los potenciales beneficios. Sin embargo: “A mí me parece que los riesgos son mayores que cualquier beneficio asociado a estos productos, en este momento", dijo Allison Aiello, profesora  de la Escuela de Salud Pública de la Universidad  de  Michigan.

El Triclosan ha sido cuestionado -desde años atrás- por su posible relación con cáncer, problemas hormonales, alergias y desarrollo de resistencia a antibióticos, entre otros. En mi libro Venenos en el Hogar, publicado en el 2006 (página 340), se reproducen  publicaciones que -ya en esos años- alertaban sobre los riesgos asociados al  producto.

Ahora, los problemas del Triclosan no se limitan  a la salud humana ya que todos estos productos -que usamos en las casas (algunos clasificados como residuos peligrosos)- terminan en los rellenos sanitarios o en el alcantarillado. Y este descarga en los ríos, donde estos productos afectan a los peces y otros organismos acuáticos. Por lo mismo, preocupa que el estudio del profesor Pessah  concluya que los peces sometidos al Triclosan experimentan “una reducción sensible de su capacidad de nadar”.




No hay comentarios.: