El Atlas de
Páramos de Colombia (Complejo Jurisdicciones Santurban) advierte: “se presentan
áreas críticas en cuanto a la oferta (de agua), principalmente en
centros poblados como las áreas metropolitanas de Bucaramanga y Cúcuta, Tona, Berlín, Vetas, Charta, Silos y Mutiscua”.
Es decir que en estos sitios ya existen preocupaciones por la disponibilidad de
agua desde hace rato, según las autoridades competentes. Por ello, si desde
hace años existen alertas sobre la futura
oferta de agua, no se entiende que se hayan otorgado concesiones y permisos
para el uso de agua con fines mineros e industriales en ríos y quebradas que
abastecen estas ciudades y pueblos.
Según la legislación colombiana, para autorizar el uso de agua de un río es necesario calcular primero el índice de escasez (Resolución 865 de 2004). Este se calcula a partir de la “oferta hídrica disponible” y “la demanda de agua” después de considerar factores de contaminación y caudal ecológico. Si el balance oferta-demanda no es favorable no se deben otorgar concesiones. En repetidas oportunidades he solicitad a las “autoridades” información sobre el índice de escasez y modelos matemáticos que se elaboraron en el momento de otorgar concesiones y permisos de uso de agua y vertimientos a empresas mineras en el río Surata y sus afluentes; hasta el momento no he tenido respuesta.
Sea como fuese, estos cálculos requieren información
y conocimiento, fruto de estudios e investigaciones serias. Igual para el plan
de manejo que exige un diagnóstico para la gestión de las aéreas protegidas (decreto
2372/2010). Un diagnóstico no consiste en tomar un par de fotos y encuestas. No; hay que -por ejemplo- analizar
las características de los materiales que se están llevando las
multinacionales. Siempre hablamos de oro pero no sabemos qué otros elementos químicos
tienen esas tierras, ni los residuos mineros.
Igualmente estudios especializados sobre aguas y aire. También sobre los efectos de
residuos mineros y otros (e incluso de las radiaciones ultravioleta) sobre la
salud de las gentes del páramo. En el mismo sentido, resulta urgente proponer salidas a
los problemas sanitarios, sociales y económicos detectados en la zona. Por todo
lo anterior, es que el Comité de Defensa del Agua y el Movimiento Conciencia
Ciudadana propusieron la creación de un Observatorio Internacional de Páramos en Santurban.
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