viernes, julio 20, 2012

Del Curacron al “oso” ministerial


Publicado en Vanguardia Liberal en julio 18 de 2012

Esto es el colmo. Caracol Radio informó que el jueves de la semana pasada  cerraron las oficinas de  la “Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) de Bogotá por contaminación con un insecticida”. Se informó que 27 personas fueron afectadas por la aplicación del plaguicida Curacron a “unas plantas localizadas en el cuarto piso de la sede”. La aplicación ocurrió varios días antes, ya que el martes anterior la revista Semana informó sobre una  grave emergencia, que obligó a evacuar el edificio de la SDA. El incidente fue motivado por “la filtración de una sustancia química” no identificada que afectó a ocho personas.

Es decir, el martes se presentó la aplicación del plaguicida que generó la evacuación del personal, que poco después regresó a sus labores. El personal regresó  sin que los directivos hubiesen verificado  que la contaminación estaba neutralizada. Ese error llevó a que solo hasta el jueves se percataran de la gravedad del asunto, y así fueron intoxicadas otras 27 personas.

El principio activo del Curacron es el insecticida organofosforado profenofos, clasificado en categoría II, o sea “Altamente Toxico”.  Los mismos distribuidores del insecticida advierten que “este producto puede ser mortal si se ingiere o se inhala, puede causar daños a los ojos y a la piel”. Por lo mismo, estos productos se autorizan para ser aplicados en los campos de cultivo, no en espacios cerrados, o cerca de ellos. Si son peligrosos al aire libre pues mucho más en espacios cerrados.

Este tipo de equivocaciones ocasionan muchas muertes en el mundo; el fin de semana pasado también se informó que una madre  mató accidentalmente a su hijo al confundir un insecticida con vitamina C.

Ahora, que estos errores los cometa un ciudadano de la calle, por simple desinformación, es un hecho lamentable pero comprensible. Lo que si resulta difícil de digerir es que la entidad encargada de “Promover el ambiente sano en el Distrito Capital” incurra en este tipo de embarradas, que pueden ser mortales.

Claro que el mal ejemplo viene de arriba. ¿Qué se puede esperar de un país donde una ex ministra de ambiente (Beatriz Uribe) fue incapaz de responderle a un representante de la Unión Europea (y a periodistas) una pregunta sobre la definición de  Desarrollo Sostenible? Ver nota de El Espectador: El “oso” de la Ministra. 

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