jueves, junio 07, 2012

Sustancias químicas y violencia extrema

Publicado en Vanguardia Liberal en junio 6 de 2012

En columna publicada en enero 2012 (Las raíces de las violencias), me refería a algunas drogas que propician un incremento de la violencia extrema; sobre todo drogas baratas de elevada toxicidad como el bazuco, preparado a partir de un número indeterminado de porquerías químicas. No solo las drogas ilegales pueden acentuar la violencia, también otras como los esteroides anabólicos, usados para aumentar la musculatura. Estos producen la llamada “rabia de esteroides” (Roid Rage), asociada a casos de violencia demencial. Me refiero al tema en mi libro Venenos en el Hogar del año 2006.

Lo anterior para recalcar que hace rato son conocidos los terribles efectos de algunas de estas sustancias químicas. Lo preocupante es que –a pesar de las alertas lanzadas por los estudiosos- las autoridades continúan enfocando sus controles a las drogas tradicionales como la cocaína y la heroína. Pero poca atención se le presta al control de estas drogas sintéticas emergentes cuyos efectos son –en muchos casos- más aterradores que las anteriores.


Es el caso del “caníbal” que devoró el rostro de un indigente en Estados Unidos. Las autoridades creen que la sustancia implicada se encuentra en sales de baño que se compran a precios mínimos. La sustancia genera alucinaciones y suprime el dolor, lo que explica que el “caníbal” (un hombre cariñoso, según su novia), continuó atacando a su víctima después de recibir dos disparos de la policía; solo se detuvo cuando murió de un tercer disparo. La policía sostiene que ya ha visto antes este tipo de conductas ocasionadas por el consumo de estas drogas baratas que están remplazando a las prohibidas.

En el 2011 un hombre se apuñaló el estómago y su propia cara después de intoxicarse con sales de baño comercializadas con el nombre de Ivory Wave, distribuidas en Estados Unidos, Reino Unido y Australia. El hombre sobrevivió y después manifestó que no recordaba nada. Un funcionario se enfrentó fieramente a la policía creyendo que era atacado por “dos demonios”; efectos típicos de sustancias que producen alucinaciones.


Las raíces de la violencia no solo se encuentran en estas sustancias, pero es un hecho que son una causa importante en actos de salvajismo inusitado. También parece evidente que la lucha antidrogas, basada en la mera represión, no solo ha fracasado sino que nos está llevando a la aparición de nuevos y peores sustitutos.

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