sábado, febrero 27, 2010

Hay que parar la deforestación

Publicado en Vanguardia Liberal en febrero 24 de 2010

Cedo el espacio de hoy al Ingeniero Agrónomo Luis Eduardo Solano, consultor internacional en temas ambientales, santandereano radicado hace 20 años en Alemania. “Las montañas santandereanas, antes cubiertas de vegetación natural, hoy agonizan ante los ojos indiferentes de todos. De no tomar medidas urgentes, en algunos decenios la erosión hará lo suyo y el inhóspito paisaje del Cañón del Chicamocha se replicará en todo el departamento. El irracional uso del suelo en los sitios de pendientes extremas más la extensión nefasta de monocultivos ocurren en detrimento del agua y de la valiosa biodiversidad, acelerando asi el calientamiento global.

Contar con pretextos como el fenómeno del Niño para explicar el grave riesgo que implica la inminente ausencia crónica de agua es hacer lo del avestrúz. El daño tiene en buena parte orígen doméstico. Los numerosos cadáveres de ositos hormigueros y los aun más numerosos camiones cargados de madera en las carreteras, así como la proliferación de aserrios, hablan por sí solos”.

“Mientras tanto desde el gobierno central se escucha la sempiterna letanía del Potencial Forestal del país. No se refieren al deseable establecimiento de una verdadera industria silvicultora, sino a la destrucción del bosque natural. La opción del superrápido lucro parasitario a costillas de la naturaleza continúa elevada a doctrina de Estado. Destruir nuestra selva para sembrar monocultivos que después se pretende hacer pasar como reforestación para acceder a los beneficios del protocolo de Kyoto, es un truco de tahúres que no encontrará aceptación internacional”.

“Una solución realista es la ejecución de un gran proyecto reforestador, apoyado por el Estado y la Sociedad Civil, con participación de la Comunidad Internacional. Se buscaria el establecimiento de Corredores Ecológicos, conformados por los bosques existentes y otros a establecer a lo largo de las fuentes y corredores de agua, así como en regiones de importancia ecológica.

Los Corredores Ecológicos traerán beneficios, incluso para los monocultivos y la ganadería, al establecer barreras naturales que impidan el avance de plagas y enfermedades. El caucho más especies nativas maderables como eje central y los beneficios por fijación de CO2 y producción de oxígeno, garantizarán un ingreso digno y seguro. Así mejorará decididamente nuestra calidad de vida. La Bosquicultura nos proporcionará buena parte del sustento, al tiempo que dejamos como herencia a nuestros decendientes ideales condiciones naturales para que desarrollen su vida”.

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