Columna publicada en Vanguardia Liberal en agosto 19 de 2009
La señora Olga Lucía Castillo sindica a dos efectivos del ejército de Estados Unidos (vinculados al Plan Colombia) de drogar y violar a su hija en el año 2007, cuando tenía 12 años. Michael Cohen y César Ruiz la drogaron, “se la llevaron en el vehículo de placas CTU 046 al servicio de la Embajada de Estados Unidos y la entraron a la sede de la Fuerza Aérea de Melgar, donde la violaron”. “Luego la botaron frente a la Iglesia de Melgar”, contó la madre en diferentes medios. Según ella, 40 casos similares fueron denunciados en la Comisaría de Familia de Melgar entre el 2006 y 2007. Los estadounidenses nunca fueron investigados, pues disponían de inmunidad en Colombia.
Estos atropellos contra la población civil no son nuevos, basta recordar la matanza de civiles en My Lai (Vietnam) en 1968. Allí William Calley y sus hombres violaron a mujeres y niñas, mataron todos los civiles (entre 350 y 500) e incendiaron sus casas. Calley cometió la matanza presionado por sus superiores para obtener resultados, por ello reportó civiles asesinados como enemigos muertos en combate. No fue el único. ¿Falsos positivos hace 40 años?
En el año 2006 James P. Barker y sus colegas violaron, mataron y quemaron a una niña de 14 años y su familia en Iraq, bajo los efectos del licor. Esta y otras atrocidades llevaron a las autoridades a “revisar la inmunidad de la que disfrutan las tropas extranjeras ante la justicia iraquí”.
Recordemos además que hace un par de meses, el presidente Obama se negó a mostrar 2000 fotos de personas violadas y torturadas en Iraq y Afganistán por estadounidenses, en el marco de la “lucha antiterrorista”.
De los desmanes de los soldados gringos no escapan ni sus colegas. En abril de este año fue publicado el libro La Guerra Privada de las Mujeres Sirviendo en Irak, escrito por Helen Benedict, profesora de la Universidad de Columbia. En este libro 40 mujeres cuentan su pavorosa experiencia de violaciones, abusos y acoso en el ejército estadounidense. Una de ellas cuenta que andaba armada con un cuchillo para “evitar ser atacada por sus compañeros varones”.
Un número adicional de estas peligrosas joyitas armadas llegarán a Colombia por cuenta del presidente Uribe, ansioso de hacerse perdonar -quién sabe qué pecadillos- del presidente Obama.
Blog dedicado a publicar mis columnas de Vanguardia Liberal, el periódico Yariguies, el COMPAS, otros.
domingo, agosto 23, 2009
Bioetica en la Universidad Santo Tomas
Columna publicada en Vanguardia Liberal en agosto 12 2009
Cuando se les suministró maíz transgénico Monsanto 863 a ratas de laboratorio, éstas desarrollaron malformaciones. Por ello, la Comisión de Estudios Biomoleculares de Francia emitió un concepto desfavorable a la siembra del transgénico. Antes el gobierno alemán había negado su autorización porque este maíz infringía directivas europeas.
A pesar de estos inquietantes antecedentes, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria le otorgó su bendición al maíz 863. ¿Cómo es posible que dos organizaciones de científicos hayan producido dos conceptos opuestos? Se encontró que algunos de los miembros del comité que aprobó el transgénico tenían vínculos con los fabricantes (Robin, 2008). Finalmente se prohibió la siembra del 863 pero se autorizó su importación.
Científicos como Gilles Eric Seralini de la Universidad de Caen (Francia), confirmaron que los problemas de maíz 863 son graves. Para Seralini, los transgénicos deberían ser evaluados como cualquier pesticida o medicamento pues no son iguales a los alimentos naturales. Además, en estos casos se evalúan los efectos negativos en el corto plazo, pero no en el largo plazo como son las malformaciones, los problemas sexuales y reproductivos y enfermedades como el cáncer.
Esto también es válido para pesticidas químicos como el glifosato (que se aplica a transgénicos), que tiene una baja toxicidad aguda (corto plazo) pero que puede generar graves efectos en el largo plazo.
Este año Alemania se sumó a otros países europeos que ratificaron la prohibición del maíz Monsanto 810 por problemas similares a los relacionados con el 863. Recordemos que en Colombia -este gobierno- aprobó la siembra de maíz 810 (resolución 0465), rechazado en Europa pues “produce una sustancia tóxica para el medio ambiente”.
El tema de los transgénicos y otros como los derechos de los animales, la clonación, la experimentación con células madre y las patentes a seres vivos, tienen que ver con la Bioética. Para los entendidos, la Bioética es un puente entre el desarrollo de las ciencias naturales y la cultura humanista representada por la ética.
Por todo lo anterior, la Universidad Santo Tomás realizará los días 19, 20 y 21 de agosto el X Congreso Internacional de Humanidades. Ilustres invitados como Bruno Cadore, médico y teólogo francés, el coreano Kim en Joong, los médicos colombianos Manuel Elkin Patarroyo y Elkin Lucena -entre otros- disertarán sobre su experiencia personal en el campo de la Bioética
Cuando se les suministró maíz transgénico Monsanto 863 a ratas de laboratorio, éstas desarrollaron malformaciones. Por ello, la Comisión de Estudios Biomoleculares de Francia emitió un concepto desfavorable a la siembra del transgénico. Antes el gobierno alemán había negado su autorización porque este maíz infringía directivas europeas.
A pesar de estos inquietantes antecedentes, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria le otorgó su bendición al maíz 863. ¿Cómo es posible que dos organizaciones de científicos hayan producido dos conceptos opuestos? Se encontró que algunos de los miembros del comité que aprobó el transgénico tenían vínculos con los fabricantes (Robin, 2008). Finalmente se prohibió la siembra del 863 pero se autorizó su importación.
Científicos como Gilles Eric Seralini de la Universidad de Caen (Francia), confirmaron que los problemas de maíz 863 son graves. Para Seralini, los transgénicos deberían ser evaluados como cualquier pesticida o medicamento pues no son iguales a los alimentos naturales. Además, en estos casos se evalúan los efectos negativos en el corto plazo, pero no en el largo plazo como son las malformaciones, los problemas sexuales y reproductivos y enfermedades como el cáncer.
Esto también es válido para pesticidas químicos como el glifosato (que se aplica a transgénicos), que tiene una baja toxicidad aguda (corto plazo) pero que puede generar graves efectos en el largo plazo.
Este año Alemania se sumó a otros países europeos que ratificaron la prohibición del maíz Monsanto 810 por problemas similares a los relacionados con el 863. Recordemos que en Colombia -este gobierno- aprobó la siembra de maíz 810 (resolución 0465), rechazado en Europa pues “produce una sustancia tóxica para el medio ambiente”.
El tema de los transgénicos y otros como los derechos de los animales, la clonación, la experimentación con células madre y las patentes a seres vivos, tienen que ver con la Bioética. Para los entendidos, la Bioética es un puente entre el desarrollo de las ciencias naturales y la cultura humanista representada por la ética.
Por todo lo anterior, la Universidad Santo Tomás realizará los días 19, 20 y 21 de agosto el X Congreso Internacional de Humanidades. Ilustres invitados como Bruno Cadore, médico y teólogo francés, el coreano Kim en Joong, los médicos colombianos Manuel Elkin Patarroyo y Elkin Lucena -entre otros- disertarán sobre su experiencia personal en el campo de la Bioética
miércoles, agosto 05, 2009
¿Nos protegen las mascarillas contra el virus de la gripa?
Publicado en Vanguardia Liberal en agosto 5 de 2009
Continúa la propagación del virus AH1N1 asociado a la nueva pandemia de gripa. En el momento de escribir esta nota, la OMS reporta cerca 140.000 infectados y 864 muertes en todo el mundo, la mayoría en el continente americano. En Bucaramanga, varios amigos me han comentado (vía telefónica, de lejitos) que han sido atacados por una forma bastante virulenta de la enfermedad. Desde que empezaron las alertas las autoridades han recomendado el uso de mascarillas o “tapabocas”, como una forma de prevenir el contagio. Sin embargo, vale la pena aclarar que -según la OMS- no todos estos dispositivos ofrecen la misma protección.
Sobre el tema se puede consultar http://www.osha.gov/Publications/respirators-vs-surgicalmasks-factsheet.html
Básicamente se utilizan dos tipos de mascarillas: los respiradores (mascarilla de protección) y las mascarillas quirúrgicas, estas ultimas las más baratas y comunes, son las que vemos generalmente en las personas que intentan protegerse. Pero es importante saber que cuando una persona estornuda dispersa en el aire miles de partículas contaminadas con el virus, que pueden potencialmente propagar la enfermedad. Estas partículas no tienen el mismo tamaño, generalmente se clasifican en “góticas” de diámetro superior a cinco micrómetros y aerosoles de diámetro menor a cinco micrómetros.
Algunos investigadores consideran que son precisamente los aerosoles los más peligrosos pues permanece en el aire más tiempo que las “góticas”, que por su tamaño tienden a caer más rápidamente al suelo. Otros estudios concluyen que los afectados por aerosoles desarrollan formas más letales de la enfermedad.
Las mascarillas quirúrgicas -que como ya se dijo son las que usa la gente del común- retienen las partículas grandes pero no los aerosoles, los de mayor cuidado. Por eso se considera que la capacidad de protección de estas máscaras para el usuario es muy dudosa. Generalmente se usan para que el que la usa no contamine a los otros ni al medio. Pero no fueron diseñadas para proteger al usuario, como sí o lo hacen los llamados respiradores.
Isabelle Balthy, responsable de riesgos biológicos del INRS de Francia advierte: “Hace unos años probamos las mascarillas quirúrgicas para saber si eran eficaces contra los aerosoles; los resultados fueron todos muy malos”. Los respiradores retienen partículas más pequeñas y ofrecen una mayor protección, pero son los menos usados por la ciudadanía. Fotos de respiradores y mascaras quirúrgicas en http://jairopuentebruges.blogspot.com/
Continúa la propagación del virus AH1N1 asociado a la nueva pandemia de gripa. En el momento de escribir esta nota, la OMS reporta cerca 140.000 infectados y 864 muertes en todo el mundo, la mayoría en el continente americano. En Bucaramanga, varios amigos me han comentado (vía telefónica, de lejitos) que han sido atacados por una forma bastante virulenta de la enfermedad. Desde que empezaron las alertas las autoridades han recomendado el uso de mascarillas o “tapabocas”, como una forma de prevenir el contagio. Sin embargo, vale la pena aclarar que -según la OMS- no todos estos dispositivos ofrecen la misma protección.
Sobre el tema se puede consultar http://www.osha.gov/Publications/respirators-vs-surgicalmasks-factsheet.html
Básicamente se utilizan dos tipos de mascarillas: los respiradores (mascarilla de protección) y las mascarillas quirúrgicas, estas ultimas las más baratas y comunes, son las que vemos generalmente en las personas que intentan protegerse. Pero es importante saber que cuando una persona estornuda dispersa en el aire miles de partículas contaminadas con el virus, que pueden potencialmente propagar la enfermedad. Estas partículas no tienen el mismo tamaño, generalmente se clasifican en “góticas” de diámetro superior a cinco micrómetros y aerosoles de diámetro menor a cinco micrómetros.
Algunos investigadores consideran que son precisamente los aerosoles los más peligrosos pues permanece en el aire más tiempo que las “góticas”, que por su tamaño tienden a caer más rápidamente al suelo. Otros estudios concluyen que los afectados por aerosoles desarrollan formas más letales de la enfermedad.
Las mascarillas quirúrgicas -que como ya se dijo son las que usa la gente del común- retienen las partículas grandes pero no los aerosoles, los de mayor cuidado. Por eso se considera que la capacidad de protección de estas máscaras para el usuario es muy dudosa. Generalmente se usan para que el que la usa no contamine a los otros ni al medio. Pero no fueron diseñadas para proteger al usuario, como sí o lo hacen los llamados respiradores.
Isabelle Balthy, responsable de riesgos biológicos del INRS de Francia advierte: “Hace unos años probamos las mascarillas quirúrgicas para saber si eran eficaces contra los aerosoles; los resultados fueron todos muy malos”. Los respiradores retienen partículas más pequeñas y ofrecen una mayor protección, pero son los menos usados por la ciudadanía. Fotos de respiradores y mascaras quirúrgicas en http://jairopuentebruges.blogspot.com/
sábado, agosto 01, 2009
HIDROSOGAMOSO: ¿MAL NEGOCIO?
Columna publicada en Vanguardia Liberal en julio 29 2009
Hace unos días, el director de noticias de Caracol Bucaramanga –Juan Carlos Ordóñez- entrevistó a la periodista Paola Ochoa de Caracol Nacional, sobre la venta de Isagen. La periodista -especializada en negocios- informó que las empresas privadas estaban interesadas en Isagen… pero SIN Hidrosogamoso. Uno de los motivos es la dificultad para conseguir los 2.3 billones que cuesta el megaproyecto. Ya el presidente de Isagen había advertido: "Hace unos meses, antes de la crisis mundial, no teníamos tiempo para atender a los banqueros. Hoy no los encontramos por ninguna parte".
Otro inconveniente reportado por Ochoa tiene que ver con la disminución de la demanda energética en Colombia. Recordemos que la justificación de este megaproyecto es o era “satisfacer el incremento de la demanda de energía eléctrica entre los años 2010 y 2020”. Pero resulta que la demanda no tiende a subir sino a bajar desde el 2007, según la UPME ¿Entonces?
Si las empresas privadas no quieren Hidrosogamoso, hay que preguntarse: ¿Es tan bueno el negocio como nos lo han pintado? Y si las empresas privadas no financian el costoso megaproyecto ¿Quién lo hará? No parece que lo haga el gobierno nacional que ya tiene un enorme hueco fiscal, por cuenta de una administración cuyo único interés es reelegir indefinidamente a la prospera empresa familiar Álvaro Uribe e hijos S.A.
Por lo demás, se ha motivado a las comunidades a buscar acuerdos con Isagen, pero si la empresa es feriada, perdón, privatizada ¿Quién garantiza que los acuerdos se cumplirán? Claro que el incumplimiento de las promesas es lo habitual en Colombia, como lo comprobaron los damnificados por la hidroeléctrica de Urra en Córdoba y los paneleros de Santander.
Otras incertidumbres tienen que ver con los efectos negativos sobre los agricultores, pescadores y comerciantes de la zona de influencia del megaproyecto. No existe ningún estudio serio que concluya que los negocios van a mejorar después de la inundación. Aparte de que se perderán para siempre áreas cultivadas y forestales, el microclima podría cambiar al aumentar la evaporación en la zona. ¿Cual será su efecto sobre cultivos cercanos?
¿Cuál será el efecto de represar las aguas del río Sogamoso sobre la economía de los pescadores y restaurantes de la Cienaga El Llanito, que probablemente desaparecerá? Se dice que se cultivaran peces en el embalse para compensar el bajón pesquero, pero ¿Serán aptos para el consumo peces cultivados en aguas con alta contaminación microbiológica y fisicoquímica?
En fin, aparte de las inquietudes sobre los efectos ambientales y sanitarios, el tema socioeconómico no esta nada claro. Como diría Condorito ¡alguien nos debe una explicación!
Otro inconveniente reportado por Ochoa tiene que ver con la disminución de la demanda energética en Colombia. Recordemos que la justificación de este megaproyecto es o era “satisfacer el incremento de la demanda de energía eléctrica entre los años 2010 y 2020”. Pero resulta que la demanda no tiende a subir sino a bajar desde el 2007, según la UPME ¿Entonces?
Si las empresas privadas no quieren Hidrosogamoso, hay que preguntarse: ¿Es tan bueno el negocio como nos lo han pintado? Y si las empresas privadas no financian el costoso megaproyecto ¿Quién lo hará? No parece que lo haga el gobierno nacional que ya tiene un enorme hueco fiscal, por cuenta de una administración cuyo único interés es reelegir indefinidamente a la prospera empresa familiar Álvaro Uribe e hijos S.A.
Por lo demás, se ha motivado a las comunidades a buscar acuerdos con Isagen, pero si la empresa es feriada, perdón, privatizada ¿Quién garantiza que los acuerdos se cumplirán? Claro que el incumplimiento de las promesas es lo habitual en Colombia, como lo comprobaron los damnificados por la hidroeléctrica de Urra en Córdoba y los paneleros de Santander.
Otras incertidumbres tienen que ver con los efectos negativos sobre los agricultores, pescadores y comerciantes de la zona de influencia del megaproyecto. No existe ningún estudio serio que concluya que los negocios van a mejorar después de la inundación. Aparte de que se perderán para siempre áreas cultivadas y forestales, el microclima podría cambiar al aumentar la evaporación en la zona. ¿Cual será su efecto sobre cultivos cercanos?
¿Cuál será el efecto de represar las aguas del río Sogamoso sobre la economía de los pescadores y restaurantes de la Cienaga El Llanito, que probablemente desaparecerá? Se dice que se cultivaran peces en el embalse para compensar el bajón pesquero, pero ¿Serán aptos para el consumo peces cultivados en aguas con alta contaminación microbiológica y fisicoquímica?
En fin, aparte de las inquietudes sobre los efectos ambientales y sanitarios, el tema socioeconómico no esta nada claro. Como diría Condorito ¡alguien nos debe una explicación!
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