Columna publicada en Vanguardia Liberal es agosto 6 de 2008
El candidato demócrata Barack Obama anunció que –si es electo- reducirá la dependencia que tiene Estados Unidos del petróleo. Para ello invertirá en fuentes alternas de energía, como biomasa, solar, vientos, otras. Si Obama cumple sería un viraje importante, que seguramente no es del agrado de las multinacionales petroleras, pero que podría incidir favorablemente en el compromiso mundial de reducir las emisiones de gases de invernadero, asociadas al calentamiento global y al consiguiente aumento del nivel de los océanos.
Para Peter Ward de la Universidad de Seattle el aumento del nivel marino es “la consecuencia más importante (y peligrosa) del calentamiento terrestre”. Las mediciones realizadas por satélites y mareógrafos indican que efectivamente este nivel continúa subiendo. Los océanos –como todo líquido sometido a calentamiento- se dilatan y ocupan un mayor volumen. Además, el derretimiento de los hielos polares y de los nevados, genera un incremento adicional del nivel del mar.
El Panel Internacional sobre Cambios Climáticos estima que este nivel aumentará unos 60 centímetros este siglo. Sin embargo, su presidente admite que éste es un valor mínimo si se tiene en cuenta que sus modelos no consideraron el impacto del sorprendente incremento de los deslizamientos hacia el mar de los glaciares costeros, un fenómeno medido hace poco. Así que cualquier cosa puede pasar. Algunos temen que el nivel del mar podría subir tres metros durante el presente siglo. ¿Qué pasaría si esto ocurre?
El candidato demócrata Barack Obama anunció que –si es electo- reducirá la dependencia que tiene Estados Unidos del petróleo. Para ello invertirá en fuentes alternas de energía, como biomasa, solar, vientos, otras. Si Obama cumple sería un viraje importante, que seguramente no es del agrado de las multinacionales petroleras, pero que podría incidir favorablemente en el compromiso mundial de reducir las emisiones de gases de invernadero, asociadas al calentamiento global y al consiguiente aumento del nivel de los océanos.
Para Peter Ward de la Universidad de Seattle el aumento del nivel marino es “la consecuencia más importante (y peligrosa) del calentamiento terrestre”. Las mediciones realizadas por satélites y mareógrafos indican que efectivamente este nivel continúa subiendo. Los océanos –como todo líquido sometido a calentamiento- se dilatan y ocupan un mayor volumen. Además, el derretimiento de los hielos polares y de los nevados, genera un incremento adicional del nivel del mar.
El Panel Internacional sobre Cambios Climáticos estima que este nivel aumentará unos 60 centímetros este siglo. Sin embargo, su presidente admite que éste es un valor mínimo si se tiene en cuenta que sus modelos no consideraron el impacto del sorprendente incremento de los deslizamientos hacia el mar de los glaciares costeros, un fenómeno medido hace poco. Así que cualquier cosa puede pasar. Algunos temen que el nivel del mar podría subir tres metros durante el presente siglo. ¿Qué pasaría si esto ocurre?
La revista francesa Science & Vie (www.science-et-vie.com) presenta un simulador que permite tener una idea de lo que sucedería si la actual tendencia se mantiene. Por ejemplo, se observa que si el nivel del mar aumenta tres metros, el sector amurallado de Cartagena se convertirá en una isla, lo mismo que la actual península de Bocagrande. Se inundarán gravemente los barrios de Marbella y Crespo (incluido el aeropuerto) y la Boquilla, antiguo pueblo de pescadores, prácticamente desaparecerá. El avance de las aguas afectará sobre todo al sector suroriental de la ciudad, lleno de barriadas pobres, que ya se inundan con frecuencia.
En Colombia, INVEMAR advierte: “Si el aumento sigue según lo pronosticado, la inundación en las costas bajas de Colombia será extensiva, y este efecto se presentará paralelamente a la intensificación de la erosión de terrenos susceptibles”. Fenómenos ya visibles en algunos puntos de la costa caribe.
1 comentario:
Y las multinacionales que son las verdaderas dueñas del mundo, porque se lo hemos cedido, puede ser que algún día, cuando ya no podamos siquiera salir al patio sin temor a encontrarnos con lo que nos hemos forjado, decidan que este mundo ya no va más.
¿Será tarde ese día para despertarnos?
Abrazos desde lejos, pero cerca en el corazón.
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