La seudohistoria que se ofrece para el consumo masivo de la ciudadanía inerme, generalmente le atribuye a algunos déspotas atributos de los que carecían en la realidad. Sobre todo si esos tiranos que se han plegado a los intereses de poderosos grupos económicos, infiltrados en la política y los gobiernos (Es que lo de aquí no se lo inventaron los narcoparacos). Un caso típico de esta orquestada deformación histórica es Adolf Hitler, sobre el que se ha resaltado su supuesta capacidad para influir en el pueblo alemán, e inducirlo a la segunda guerra mundial. Lo que se busca es inflar el personaje para minimizar así la participaron decisiva de grupos empresariales, en la llegada al poder de los extravagantes sujetos.
Así, muy pocos se ocupan de recordar el esencial apoyo que recibió Hitler de grupos económicos, europeos y gringos, antes y después de su llegada al poder. Para algunos, el líder del Partido Nazi no hubiese llegado a donde llegó sin el apoyo de consorcios industriales como IG Farben.
En el caso del difunto Pinochet, algunos lo califican de héroe y otros de asesino y ladrón, pero tal vez sólo sea un modesto peón del ajedrez neoliberal. Por lo mismo, se hace muy poco énfasis sobre la influencia del gobierno de Estados Unidos -a través de la CIA- en la conspiración que condujo a la caída del presidente Salvador Allende.
En su libro “Pinochet”, el estadounidense Peter Kornbluh, confirma la participación de los gringos en la “capacitación” de los militares chilenos y en el complot. En una entrevista, Kornbluh anota: “Kissinger le dijo a Nixon que Allende representaba un modelo de la izquierda democrática y que ese modelo y fenómeno podría ser reproducido en otros países, incluyendo Europa. Y que era muy difícil responder a eso por que Allende era el producto de una elección democrática. Entonces, no se podía permitir que ese gobierno tuviera éxito”.
Fidel Castro llegó al poder por la vía armada, en ese sentido era mucho más fácil justificar las intervenciones terroristas de Estados Unidos; por eso, para la derecha de ese país es más peligrosa la izquierda democrática pacifista. Kornbluh hace parte de The National Security Archive (NSA), entidad privada vinculada a la George Washington University de Estados Unidos, que logró la desclasificación de 24000 documentos secretos de las CIA y otras dependencias.
(http://www.gwu.edu/~nsarchiv)
1 comentario:
Jairo, esa confabulación de la CIA y su influencia en las dictaduras del Cono Sur, no sólo se pueden verificar en el espacio de la academia, sino en el mismísimo Congreso estadounidense, quienes han confirmado la influencia de esa dependencia y del Gobierno de Nixon en la política del terrorismo de Estado que apoyó ese país en contra de Amérioca Latina.
Puede ser que la democracia sólo sirva como distractor para quienes se arrojan la propiedad de leerla y aplicarla como ellos la leen y la aplican.
Un aporte tus reflexiones, como siempre.
Publicar un comentario