lunes, septiembre 25, 2006

IX Seminario Ambiental en la UIS

Columna publicada en Vanguardia Liberal en septiembre 20 de 2006

Noticias recientes sobre el deterioro que presenta el medio natural y humano en todo el planeta, parecieran confirmar las apocalípticas premoniciones que se hacen desde hace 40 años. El destacado científico de la NASA –James Hansen- afirmó la semana pasada “que el mundo tiene un plazo de 10 años para tomar medidas decisivas sobre el calentamiento global y evitar una catástrofe climática”. Hace unos meses, Hansen ocasionó un revuelo mundial al afirmar que el gobierno del Presidente George W. Bush (opuesto al convenio de Kyoto), “intentó silenciarlo”. Estas advertencias se suman a las preocupaciones ocasionadas por el documental “Una verdad inconveniente” del exvicepresidente de los Estados Unidos, el demócrata Al Gore. En éste, se señala que sólo nos quedan unos pocos años para evitar una catástrofe planetaria “sin precedentes”.

Lo peor es que los cambios climáticos son sólo un aspecto de la crisis ambiental, pues en forma silenciosa se incuban otros siniestros problemas; desconocidos para el gran público, que sigue sometido a una campaña mundial de desinformación. Por ejemplo, un informe de este mes de Oxfam Internacional y WaterAid, concluyó que 4000 niños mueren en el mundo cada día a causa del consumo de aguas contaminadas. Todos los días, el agua contaminada ocasiona más muertes que las producidas durante el atentado contra las Torres Gemelas. La mayoría de estos niños pertenecen a barriadas pobres y son fácil presa de las diarreas.

Sin embargo, no sólo ellos son los amenazados. Hace un par de semanas, también se supo que se habían detectado peces “anormalmente desarrollados, con características de macho y hembra, en el río Potomac, en Washington”. Se cree que el río podría estar contaminado con perturbadores endocrinos, sustancias que afectan el sistema hormonal. El problema es que millones de personas consumen agua “potable”, extraída como agua cruda de este río. “¿Es transferible a los humanos el efecto desarrollado en los peces?''. “No sé y creo que nadie sabe la respuesta a esa pregunta”, comentó el gerente general del Acueducto de Washington. Lo cierto es que las anomalías sexuales y reproductivas en humanos siguen aumentando.

Por todo lo anterior y mucho más, es que vale la pena resaltar eventos como el IX Seminario Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible que se realizará en la UIS la próxima semana (28 y 29 de septiembre). Como es tradicional desde su primera versión de 1994, el evento cuenta con una amplia participación nacional e internacional. Se han programado los siguientes Simposios: Digestión Anaerobia, Biomasa y Biocombustibles, Gestión de Residuos Sólidos, Calidad del Aire y Avances Legales y Normativos.

Invitados especiales: la Doctora Ana Andrés Payan, profesora titular de la Universidad de Cantabria, España, especialista en la evaluación y control de residuos industriales. Así mismo, Richard Ramarazon, de la Oficina Nacional de Estudios e Investigaciones Aeroespaciales de Francia y Gregory Magnani, Jefe de la sección de calidad del aire del Aeropuerto de Paris (Charles de Gaulle). Informes en: http://www.simads.org/

jueves, septiembre 14, 2006

Terrorismo, mentiras y elecciones

Columna publicada en Vanguardia Liberal en septiembre 13 de 2006

El pasado fin de semana, las agencias internacionales publicaron una noticia bastante curiosa. Un informe divulgado por el senado de los Estados Unidos concluyó: “No hay evidencia que vincule al exderrocado presidente iraquí, Saddam Hussein, con la red terrorista Al Quaeda”. El senado se tomó varios años para comprobar lo que ya sabían las millones de personas que protestaron hace tres años por la ilegal invasión a Iraq, en todo el mundo, incluida Bucaramanga. Y es que Saddam no fue –no podía ser- socio de Al Qaeda. El académico Noam Chomski, famoso por sus aportes a la Lingüística, señaló en el 2002: “Saddam y Bin Laden son monstruos. Pero son monstruos diferentes. Hussein es secular; Osama Bin Laden es un fanático religioso. Se han odiado por años”.

El escritor y cineasta estadounidense Michael Moore recuerda en su libro ¿Qué han hecho con mi país? (escrito tres años antes de que los senadores gringos descubrieran el agua tibia) que George Bush repitió muchas veces que “Saddam ha tenido vínculos con Al-Quada”. También cuenta Moore como empezó a desbaratarse una de las mentiras que justificó la invasión de Iraq. En febrero de 2003, un informe de la inteligencia británica concluyó que no existían contactos entre Saddam y Osama y que “los objetivos de Bin Laden son incompatibles ideológicamente con el Iraq de hoy”.

Además, señala Moore, el sitio donde presuntamente estaban las armas y explosivos de Osama en Iraq, no estaba bajo el dominio de Saddam sino de…el ejercito de Estados Unidos. A pesar de estas evidencias, la mayoría de los estadounidenses le creyó al señor Bush y hasta lo reeligieron. Las encuestas confirmaron que, después de sus discursos contra el terrorismo, su popularidad mejoraba. Y este –el interés electoral- es el meollo de las mentiras que se le dicen a la gente, aquí y allá.

Chomski anota que a gobiernos como el de Bush (y tal vez el de Uribe, uno de los pocos mandatarios que apoyó la sangrienta invasión) no les interesa que la gente se preocupe por el empleo, la salud, la jubilación o el ambiente. Eso es peligroso, podrían percatarse que no hay avances sino retrocesos. Así que a la gente hay que mantenerla distraída con otra cosa. Las telenovelas, las tetas y los realities ayudan, pero no son suficientes. “Sólo hay una técnica básica para que la gente no le preste atención a lo que está haciendo un régimen represivo, de derecha. Y eso es atemorizarla” dice Chomski. Antes con el coco del comunismo, hoy con el del terrorismo.

El problema es que, cuando el propósito no es acabar con el terrorismo sino ganar elecciones y reelecciones, los resultados no pueden ser buenos. Con el agravante –en Colombia y Estados Unidos- de que no se sabe muy bien quienes están detrás de los actos demenciales, pues lo cierto es que existen grupos económicos “legales” e “ilegales” interesados en perpetuar las guerras y las guerritas.

jueves, septiembre 07, 2006

Venenos en el Hogar, nuevo libro de Jairo Puente Bruges


De qué manera la globalización neoliberal afecta la comida, el aire que se respira en la vivienda familiar, el agua que brota de los grifos y los fármacos que llenan los anaqueles domésticos (Disponible en las librerias de la Universidad Santo Tomas en Bogota y Bucaramanga).

miércoles, septiembre 06, 2006

Los mosquitos: ¿amenaza global?

Columna publicada en Vanguardia Liberal en septiembre 6 de 2006

Las autoridades sanitarias de Bucaramanga y el departamento han advertido –desde hace varios años- sobre el crecimiento de los casos de dengue clásico y hemorrágico (Todos nos hemos percatado también del incremento de la temperatura y de las poblaciones de mosquitos en esta ciudad). La grave enfermedad puede ser ocasionada por virus, que son transmitidos a los humanos por mosquitos del género Aedes. En nuestro medio es muy conocida la especie Aedes Aegypti, que trasmite el dengue pero también la fiebre amarilla.

Estos insectos, originarios de África, han invadido diferentes regiones tropicales del planeta. Se reproducen en aguas limpias, por lo que es esencial mantener controlados los depósitos del líquido. Las temibles enfermedades atacan a millones de personas en el mundo, de ahí que los mosquitos son considerados una amenaza global. Su proliferación es favorecida por los cambios climáticos, por el desarrollo de resistencias a los plaguicidas químicos y sobre todo por el crecimiento de la pobreza y las carencias educativas en muchos países mundo.

Pero la cosa podría complicarse aun más en el futuro frente al surgimiento de otras especies de mosquitos, más activas, más adaptables. Este es el caso de la especie Aedes albopictus, también llamado el mosquito tigre, debido a las rayas y manchas blancas en sus patas y abdomen. Según el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos, la hembra del zancudo puede trasmitir por lo menos 22 virus diferentes. Entre estos, el dengue, la encefalitis japonesa, la fiebre amarilla, el virus del Nilo occidental e incluso la fiebre de Chikungunya. Aspectos que inquietan del mosquito tigre, son su voracidad y su capacidad de adaptarse a los diferentes ambientes (más fríos) que caracterizan a los cinco continentes. De ahí que, a pesar de los esfuerzos de las autoridades sanitarias, el mosquito prolifera en ciudades europeas.

Esta especie es originaria de Asia pero –como otras- se ha difundo por todo el mundo en la medida que se han intensificado los intercambios comerciales y los viajes. En América se ha registrado su presencia desde Canadá hasta los países del extremo sur. En Colombia se recolectaron varios mosquitos tigre en Leticia, en un estudio adelantado por la Universidad de Antioquia en 1998. Leticia, como se sabe, es vecina de Tabatinga (Brasil), donde se había reportado antes su presencia.

Infortunadamente, estos mosquitos no son los únicos que inquietan a las autoridades sanitarias, pues otros del género Culex, también trasmiten enfermedades mortales. Hoy está claro para los estudiosos que la solución a la invasión de los mosquitos no puede venir de medidas simplistas, como las fracasadas fumigaciones. Este es un problema complejo que debe ser enfrentado con programas que reconozcan esa complejidad. Más que pesticidas, lo que se requiere es más conocimiento, más educación y más equidad social. Por supuesto que esto es más difícil que fumigar, pero algún día tendremos que admitir que el camino fácil -el espacioso- es el que nos conduce con frecuencia a la perdición.












viernes, septiembre 01, 2006

Lo que nos faltaba:las vacas locas

Columna publicada en Vanguardia Liberal en agosto 30 de 2006

En febrero el gobierno anunció con bombos y platillos que el TLC que firmará mister Bush con su acólito, perdón, con su aliado mister Uribe, estaba listo para la foto. Pero resulta que tres meses después, el gobierno se percató que los textos en ingles y español del presunto tratado no cuadraban. ¿Pretendían vendernos gato por liebre? Lo cierto es que el asunto continuó medio embolatado hasta hace unas semanas, cuando se supo que uno de los escollos era la exigencia de Estados Unidos a Colombia para que aceptara la entrada de ganado de edad superior a los treinta meses, animales susceptibles de trasmitir el llamado mal de las vacas locas (encefalopatía espongiforme bovina).

Recordemos que esta enfermedad ocasionó el sacrificio de más de 180000 animales en el Reino Unido entre 1986 y el 2001. Y que más tarde apareció en otros países europeos y en Canadá y Estados Unidos. Pero eso no es todo: se sabe que la enfermedad puede afectar a los humanos, bajo la forma conocida como la nueva enfermedad de Creutzfeld Jacob. Esta, a diferencia de las otras encefalopatías, puede afectar a los jóvenes. Me refería en una columna anterior sobre el tema al caso de Colette, una francesa que falleció en medio de atroces sufrimientos, después de resultar contagiada por la manipulación o consumo de carne contaminada.

De ahí que resultaba más que razonable la oposición de los ganaderos a la pretensión de los aliados de Uribe. A mediados de agosto se informó que “los ganaderos colombianos se oponen a la entrada de esos animales porque son los más propensos a contraer y propagar la enfermedad de las vacas locas”. Por su parte, el Ministro de Agricultura (y exempleado del FMI) señaló en esos días que “la parte colombiana demostró que resulta imposible permitir la importación de carne de este tipo de animales y mucho menos -añadió- aceptarlo como una condición para la notificación”.

Pues bien, lo que era imposible hace unas semanas se volvió realidad la semana pasada cuando el gobierno “reiteró que las condiciones en que fue negociado el ingreso de carne bovina de Estados Unidos, de edad superior a los 30 meses, ofrece suficientes garantías en materia de salud pública”.

Lo curioso es que las tales garantías no le inspiran confianza ni a los propios gringos. Durante este mes se detectó un nuevo caso de vacas locas en Canadá (y otros en España) en una vaca lechera. La vaca contagiada “nació años después de que Canadá adoptara en 1997 normas para prevenir la propagación de la enfermedad a través de alimentos contaminados”. El hecho motivó una dura carta del vicepresidente del partido demócrata Richard Durbin y otros seis senadores al Secretario de Agricultura de EE.UU. Los senadores dijeron que el nuevo caso, “el cuarto reportado este año en el país vecino, despierta serios interrogantes acerca del funcionamiento de la regla puesta sobre los alimentos para animales”.