domingo, abril 17, 2011

El Dia de la Tierra en la U. Santo Tomas

Publicado en Vanguardia Liberal en abril 13 de 2011


El 22 de abril de 1970 se celebró por primera vez el Día de la Tierra, por iniciativa del Senador Demócrata de Estados Unidos Gaylord Nelson; participaron 20 millones de personas. Este evento logró “un raro alineamiento político”, al obtener el apoyo de los republicanos y los demócratas, ricos y pobres, citadinos y granjeros, magnates y líderes sindicales. Algunos autores consideran que esa fecha corresponde al nacimiento del movimiento ambientalista contemporáneo; pues aglutino los grupos pacifistas, académicos y culturales que protestaron contra la guerra de Vietnam -y todas las guerras- en esos años. Estos grupos se percataron que era necesario promover la paz entre los humanos pero también con la naturaleza.


Bajo la influencia de estas dinámicas populares en diciembre de 1970 fue creada la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) y más tarde se expidieron leyes en ese país orientadas a proteger el aire, el agua y la biodiversidad. En 1990, bajo la conducción de Denis Hayes, el Día de la Tierra se convirtió en un evento mundial, con la participación de 200 millones de personas en 140 países.


Este año el propósito es desarrollar mil millones de acciones verdes en todo el planeta; desde ahora hasta el año 2012 cuando se celebra la próxima Cumbre de la Tierra en Brasil. Acciones que pueden ser eventos colectivos; como marchas o foros para debatir problemas ambientales, siembra de árboles o creación de empleos verdes (Green Jobs). Pero igualmente gestos individuales; como reciclar o comprar bombillas de bajo consumo o productos ecológicos.


La Universidad Santo Tomas, con el apoyo del Comité del Defensa del Agua y del Paramo Santurban, adelantara el programa Día de la Tierra en el Campus de Floridablanca. Los días 14 y 15 de abril, ya que el 22 es Viernes Santo. Mañana jueves en la mañana se dictaran charlas a colegios, al final se distribuirán arboles (donados por la CDMB) para ser sembrados en los planteles educativos. El viernes se realizara el foro “Posibilidades de Negocios y Empleos Verdes en el Departamento de Santander”. Disertaran académicos que han realizado estudios sobre “minería verde”, aprovechamiento de la biodiversidad, valorización de residuos y turismo ecológico, entre otros. Igualmente prestigiosos funcionarios, empresarios y ambientalistas. Entrada libre. Ver programa en la página de la U. Santo Tomas, en Eventos: http://200.21.227.132/inicio/eventos/index.jsp

sábado, abril 09, 2011

Reforma educativa no reforma nada

Publicado en Vanguardia Liberal en abril 6 de 2011

Hay que condenar enérgicamente las protestas violentas registradas en diferentes universidades, a raíz de la “reforma” a la ley de Educación Superior propuesta por el gobierno Santos. Es que las temibles papas bombas, las pedreas y el vandalismo son el pretexto que han esgrimido tradicionalmente gobiernos –como el actual- para desviar la atención del debate y atribuir el origen del problema a “estructuras terroristas”; que estarían detrás de los manifestantes.

Si bien es evidente que infiltrados en estas manifestaciones siempre encontramos grupúsculos de desadaptados y desinformados, el caso es que el motivo de la protesta es legítimo; ya que la presunta reforma no va a resolver ningún problema estructural de la educación y sí podría agravar otros.

Colombia tiene problemas educativos descomunales. Empezando por los millones de niños y jóvenes que no tienen acceso a ningún tipo de educación; muchos otros reciben las clases sentados en el suelo por que no tienen pupitres. Educados -además- por profesores mal preparados y pagados. Y los que tienen acceso al bachillerato no están mucho mejor desde el punto de vista educativo; uno de los problemas que enfrentan hoy las universidades es que reciben jóvenes que escasamente saben leer y escribir.

En los países serios – y este no lo es- el sistema educativo se maneja en una forma integral, ya que lo que sembremos en primaria y bachillerato se cosechará en la universidad. La “reforma” propuesta se refiere a la Educación Superior ¿y qué vamos a hacer con las graves deficiencias en escuelas y colegios?

El gobierno dice que no va a privatizar la universidad pública; no se ha percatado que muchas de sus funciones ya se privatizaron. Aparte del crecimiento bárbaro de los costos de las matriculas de pregrado, la mayoría de las especializaciones y maestrías que ofrecen las universidades públicas cuestan lo mismo que las privadas. Son auto sostenibles, es decir, se financian exclusivamente con las matriculas.

El gobierno parece que tampoco sabe que las universidades públicas trabajan con la empresa privada (otra de las propuestas) desde hace 50 años, como bien decía el rector de la U. Nacional. El riesgo es que las universidades públicas pierden su independencia crítica frente a los financiadores. Para completar: la plata que se promete para las universidades no corresponde a las necesidades de un sistema que amplió la cobertura sacrificando la calidad.

domingo, abril 03, 2011

De Chernobyl a Fukushima en Japon

Publicado en Vanguardia Liberal en marzo 30 de 2011

En mayo 1996 escribí una columna sobre los balances realizados por los expertos, 10 años después del accidente ocurrido en la central nuclear de Chernóbil (Ucrania), uno de los desastres ambientales de mayor gravedad en el mundo. Los primeros en caer en Chernóbil (y según la prensa también en la accidentada central nuclear de Japón) fueron los operadores de la planta y los bomberos que llegaron a apagar el incendio, sin saber realmente a qué se enfrentaban. La explosión inicial mató a tres, más tarde y en medio de atroces sufrimientos murieron otros 28. Los pilotos de los helicópteros, acribillados por las radiaciones, murieron semanas o meses más tarde.

En 1991 se presentó la película Chernobyl: alerta final, basada en los escritos del doctor Robert Gale quien trató a algunos de los trabajadores afectados por las radiaciones y relata la dramática historia de estos y sus familiares. Las cifras sobre el total de muertos o enfermos a causa del accidente (por cáncer, en el largo plazo) difieren, pero siempre superan las miles de personas.

En una central nuclear accidentada no ocurre una explosión nuclear similar a la de una bomba atómica, como la de Hiroshima. En el reactor ocurren explosiones químicas que deterioran las instalaciones, permitiendo así la fuga de sustancias radioactivas al aire. Y todas estas sustancias que están en el aire, tarde o temprano, se precipitan al suelo o son arrastradas por las lluvias, contaminando así el agua y los alimentos. Estas precipitaciones pueden ocurrir a miles de kilómetros del escape, como se comprobó en Chernóbil.

En Japón también se ha reportado un escape de agua contaminada que afecta las playas y los peces. En el mar los contaminantes son arrastrados por las corrientes; de ahí que su difusión es difícil de controlar. En todo caso, en este proceso los contaminantes se diluyen, por lo que en países alejados (como Colombia) los riesgos asociados a la central japonesa son bajos. Pero, los países cercanos, si tienen motivos para preocuparse.

En mi nota de 1996 concluía que después de Chernóbil los expertos aseguraron que esto jamás se repetiría. Lo mismo dijeron después de Three Mile Island (USA, 1979) y el resultado fue Chernóbil. Escribía que después de Chernóbil otro accidente de estos podría enterrar definitivamente la industria nuclear. Es tal vez lo mejor que podría ocurrir.

¿Componendas entre el Minminas y la Greystar?

Publicado en Vanguardia Liberal en marzo 23 de 2011

El pasado 10 de marzo, el Instituto Alexander Von Humboldt expidió un concepto que le recomienda al MinAmbiente no otorgarle licencia ambiental al proyecto Greystar en el páramo Santurban. Ratifica que el páramo, en esa zona, empieza a los 3100 m.s.n.m. y que el 60 % del proyecto está dentro de ecosistemas de páramos. Hay que reiterar lo evidente, ya que esta empresa y sus beneficiarios (algunos hoy acusados de graves agresiones contra periodistas) siguen afirmando: “aun hay poca certeza sobre la delimitación de la zona de páramo”; como lo sostiene el comunicado expedido por Greystar el viernes, luego de que el Minminas (¿actuando como vocero de esta empresa?) anunciara la intención de Greystar de retirar su solicitud de licencia.

El concepto de Instituto (que se suma al de otras autoridades) es fundamental ya que la ley 1382 del 2010 (que excluye la minería de los páramos) establece que estos “se identificarán de conformidad con la información proporcionada por el Instituto Von Humboldt”. De ahí que el Minambiente no tenia opción diferente a la de negar la licencia; no hacerlo sería caer en las aguas turbias del prevaricato. Por lo mismo el anuncio de retirar la solicitud de licencia le da un nuevo aire a la Greystar y… ¿también al gobierno?

Recordemos que la Procuraduría le solicitó a la Corte Constitucional declarar inconstitucional la ley 1382; pues no fue consultada con indígenas y afrodescendientes. Por lo mismo se cayó la ley forestal (2008). Y si esta ley se cae, la Greystar podría volver a presentar su proyecto en un escenario aparentemente más favorable; después de “trabajar en conjunto con Minminas y Minambiente”, como advierten en su comunicado. Y sin tropezar con el estorbo de la ley 1382.

El jueves pasado el Minminas reiteró que en Colombia “no se pueden desarrollar proyectos mineros en páramos”. Sin embargo, el sábado –después del comunicado Greystar- dijo otra cosa. Que esta empresa si puede “presentar un proyecto para la explotación subterránea de oro en Santurbán”. Señor Ministro: recuerde que la ley 1382 aun no ha caído y que el concepto del Von Humboldt ratifica que la protección de los páramos no viene sólo de la ley 1382 sino de la misma Constitución. Y que el Plan de Desarrollo de su gobierno también propone excluir la minería de los páramos. Sea superficial o subterránea.