sábado, febrero 12, 2011

¿Vamos hacia una nueva Edad de Hielo?

Publicado en Vanguardia Liberal en febrero 2 de 2011

Entre el siglo XIV y mediados del siglo XIX se registró un periodo de bajas temperaturas que afectó sobre todo al hemisferio norte; a esta anomalía climática se la conoce como Pequeña Edad de Hielo (PEH).

No fue un fenómeno comparable con las auténticas Edades de Hielo o glaciaciones, en las que los hielos invaden grandes áreas continentales afectando incluso zonas tropicales. Sin embargo, en estas PEH sí se presentan trastornos asociados a las bajas temperaturas como son tormentas catastróficas y efectos negativos sobre la producción de alimentos, factor asociado a hambrunas en Europa.

Las PEH han sido relacionadas con erupciones volcánicas mayúsculas. Estas, al arrojar a la atmosfera grandes cantidades de gases azufrados y partículas (que reducen la penetración de la radiación solar), pueden ocasionar enfriamientos de importancia. Esto fue comprobado con la erupción del volcán Pinatubo de Filipinas en 1991. Las PEH de los siglos pasados también han sido asociadas con reducciones en la actividad solar.

Pues bien, hace un par de años los científicos detectaron una reducción de la actividad solar, similar a la registrada durante las PEH del pasado. Los estudios se sustentan en tres anomalías: 1) Reducción dramática en las manchas solares, las manchas del actual ciclo sólo son un tercio de las registradas en el ciclo anterior. Según Matthew Penn (Observatorio Solar de Arizona) es un debilitamiento del campo magnético asociado a las manchas. 2) Diminución de los vientos solares y 3) Reducción del espectro luminoso.

Lo anterior no significa que el sol haya entrado en una decadencia definitiva, ya que ésta sólo ocurrirá dentro de 5000 millones de años, cuando haya consumido todo su combustible nuclear (mucho antes habrá desaparecido nuestra especie). Pero sí puede significar que estemos entrando en un ciclo de debilitamiento temporal de la actividad solar que podría llevarnos a otra PEH.

Las olas de frío registradas en Estados Unidos y Europa en los últimos años, pueden ser un anticipo de lo que podría ocurrir. Los científicos piensan que -en todo caso- las condiciones de la atmosfera actual son diferentes a las del siglo XIV, ya que estamos en un proceso de calentamiento global relacionado con actividades humanas. ¿Qué resultará de la mezcla de estos dos fenómenos opuestos? Es una inquietante pregunta que nadie hoy está en condiciones de responder.

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1 comentario:

Romantisch Hotel Brugge dijo...

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