Columna publicada en Vanguardia Liberal en Febrero 20 de 2008
La situación de las aguas corrientes en la cuenca hidrográfica del Caribe y en la zona andina de Colombia, sólo puede calificarse de catastrófica. En el Estudio Nacional del Agua (IDEAM) se observa que en estas regiones, el índice de presión (relación oferta/demanda) es muy alto, mientras en el sur oriente del país el índice es mínimo. Esto se explica porqué las erosionadas cordilleras y la costa norte albergan a la mayoría de la población colombiana. En estos sitios vive mucha gente y los ríos tienden a secarse o están muy contaminados, mientras que en las selvas del sur existen ríos enormes y limpios y una baja densidad demográfica.
La situación de las aguas corrientes en la cuenca hidrográfica del Caribe y en la zona andina de Colombia, sólo puede calificarse de catastrófica. En el Estudio Nacional del Agua (IDEAM) se observa que en estas regiones, el índice de presión (relación oferta/demanda) es muy alto, mientras en el sur oriente del país el índice es mínimo. Esto se explica porqué las erosionadas cordilleras y la costa norte albergan a la mayoría de la población colombiana. En estos sitios vive mucha gente y los ríos tienden a secarse o están muy contaminados, mientras que en las selvas del sur existen ríos enormes y limpios y una baja densidad demográfica.
Santander ha-ce parte de la zona crítica, por eso muchos municipios sufren de racionamientos y los ríos importantes registran altos niveles de contaminación. En el caso del agua potable, su calidad es mala para millones de colombianos, en todas las regiones, según informes oficiales.
Frente a esta vergonzosa situación, cualquiera pensaría que el Gobierno también está preocupado y –en consecuencia- tiene propuestas para solucionar la compleja problemática. Resulta que no, todo apunta a que las propuestas del Gobierno están orientadas -no a fortalecer la gestión del agua- sino a debilitarla. Afortunadamente la intervención de las cortes, de algunos congresistas, de los ambientalistas, de las organizaciones sociales y sindicales y de académicos, ha logrado frenar algunas de las nefastas iniciativas. Es el caso de la Ley Forestal, declarada inexequible por la Corte Constitucional y la Ley de Aguas, retirada.
Sin embargo, otras iniciativas oficiales no han sido neutralizadas. Es el caso de la modificación del decreto de licencias ambientales, para permitir el desarrollo de actividades mineras y otras en páramos. Por esto y mucho más, diferentes organizaciones vienen promoviendo el Referendo por el Agua.
El sábado pasado participé en una reunión convocada por los organizadores del Referendo, en el Parque del Agua de Bucaramanga, donde se informó que “El Comité Nacional en Defensa del Agua y de la Vida, comenzó el año entregando 248.000 firmas a la Registraduría Nacional del Es-tado Civil, en apoyo a la iniciativa que se propone ampliar y modificar la Constitución Nacional para garantizar el acceso al agua potable como derecho humano y fortalecer la gestión pública y comunitaria del agua”. Más información en: http://ecofondo.org/mambo/index.php
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