Sobre el problema de los residuos sólidos en Bucaramanga,
anotaba en columna de julio 6 de 2011:
“a los funcionarios no les ha dado la gana de solucionar este grave problema que muchas
otras ciudades (similares a Bucaramanga) han resuelto hace rato. Hasta que lleguemos
adónde vamos a llegar si el asunto no se
toma en serio; a una grave emergencia sanitaria el 30 de septiembre (de 2011)”.
Han pasado dos
años y no hemos avanzado un ápice, es decir, hoy nadie sabe qué vamos a hacer
con los residuos el próximo 30 de septiembre.
El caso es que
existen muchas experiencias en el ámbito nacional e internacional que podrían
ser reproducidas en nuestra ciudad, si existiese la decisión política de
solucionar los problemas. El año pasado visité unas instalaciones de
aprovechamiento de residuos en la ciudad de Angers, Francia. Una ciudad de unos
200.000 habitantes que cuenta con siete
centros de aprovechamiento. Lo primero es que estos centros no están concebidos
como un negocio; tienen un sentido social. Un señor que nos atendió contaba que fue un drogadicto; que logró su
recuperación en este centro, que cuenta con alojamientos y comedores para estas
personas.
En este centro
se hace énfasis en la reutilización antes que en el reciclaje. Por lo mismo,
las ropas usadas recibidas las limpian y arreglan unos sastres. El producto se
vende en un supermercado del usado; donde las personas de bajos ingresos
encuentran ropas a menos de tres mil
pesos. La ropa que no se puede recuperar, esa sí se recicla. O sea, se vende a
una empresa privada que fabrica aislantes para paredes. Lo mismo para muebles, recuperados
por carpinteros, o libros y demás. La recolección de estos materiales –por
consiguiente- no se hace en camiones compactadores, pues estos dañan el
material y no ayudan a la reutilización.
En otros
sitios se reciclan los desechos de comida, para producir biogás y compost. Ya
que estos residuos –contrario a lo que dicen unos volantes- si son reciclables. Por supuesto que antes de la
reutilización y el reciclaje, se promueve la reducción de la producción de residuos; caso de la
prohibición de bolsas plásticas, tema
tratado en columnas anteriores.