jueves, agosto 08, 2013

¿Caos sanitario el próximo 30 de septiembre?

Publicado en Vanguardia Liberal en agosto 7 de 2013

Sobre el problema de  los residuos sólidos en Bucaramanga, anotaba  en columna de julio 6 de 2011: “a los funcionarios no les ha dado la gana de  solucionar este grave problema que muchas otras ciudades (similares a Bucaramanga) han resuelto hace rato. Hasta que lleguemos adónde  vamos a llegar si el asunto no se toma en serio; a una grave emergencia sanitaria el 30 de septiembre (de 2011)”.   Han pasado dos años y no hemos avanzado un ápice, es decir, hoy nadie sabe qué vamos a hacer con los residuos el próximo 30 de septiembre.
El caso es que existen muchas experiencias en el ámbito nacional e internacional que podrían ser reproducidas en nuestra ciudad, si existiese la decisión política de solucionar los problemas. El año pasado visité unas instalaciones de aprovechamiento de residuos en la ciudad de Angers, Francia. Una ciudad de unos  200.000 habitantes que cuenta con siete centros de aprovechamiento. Lo primero es que estos centros no están concebidos como un negocio; tienen un sentido social. Un señor que nos atendió  contaba que fue un drogadicto; que logró su recuperación en este centro, que cuenta con alojamientos y comedores para estas personas.

En este centro se hace énfasis en la reutilización antes que en el reciclaje. Por lo mismo, las ropas usadas recibidas las limpian y arreglan unos sastres. El producto se vende en un supermercado del usado; donde las personas de bajos ingresos encuentran ropas a menos de  tres mil pesos. La ropa que no se puede recuperar, esa sí se recicla. O sea, se vende a una empresa privada que fabrica aislantes para paredes. Lo mismo para muebles, recuperados por carpinteros, o libros y demás. La recolección de estos materiales –por consiguiente- no se hace en camiones compactadores, pues estos dañan el material y no ayudan a la reutilización.
En otros sitios se reciclan los desechos de comida, para producir biogás y compost. Ya que estos residuos –contrario a lo que dicen unos volantes- si  son reciclables. Por supuesto que antes de la reutilización y el reciclaje, se promueve la reducción de  la producción de residuos; caso de la prohibición de  bolsas plásticas, tema tratado en columnas anteriores.

 

Hay que reducir el consumo de plásticos

Publicado en Vanguardia Liberal en julio 31 de 2013

En enero 2013 en Concord (Massachusetts), un pueblo de Estados Unidos,  prohibieron la venta de agua en  botellas de plástico de un litro o menores; a base de PET, siglas en inglés de Poly (Ethylene Terephthalate). El propósito se suma a otros para reducir las 31 millones de toneladas anuales de residuos plásticos  que (según la EPA, autoridad ambiental)  produce  Estados Unidos.  En otras ciudades gringas, organizaciones ciudadanas y legisladores adelantan campañas para adoptar  medidas similares.
Aparte de los impactos ambientales asociados al plástico, existen igualmente inquietudes relacionadas con la salud humana. Un estudio de la Universidad de Puerto Rico concluyó que un 68% de niñas que tuvieron un desarrollo precoz de sus pechos registraron en su sangre trazas de ftalatos, sustancias usadas en la fabricación de plásticos flexibles. Este desarrollo precoz puede aumentar la posibilidad de padecer un cáncer de seno.

En Canadá, en el año 2008,  prohibieron biberones de  plástico fabricados a base de Bisfenol A (BPA). Este es un perturbador endocrino, neurotóxico y relacionado también con la infertilidad, el cáncer y la diabetes. Algunas de las empresas afectadas eliminaron desde entonces el BPA en sus productos; una prueba adicional de que no son sustancias irremplazables. Lo anterior fue posible gracias  a las alertas tempranas que lanzaron los científicos. El año pasado el parlamento francés aprobó una legislación prohibiendo el BPA en  biberones a partir de 2013 (en Estados Unidos la prohibición rige desde el 2012) y en 2015 para otros usos, como latas de conservas, botellas y materiales dentales.
Me había referido en columnas anteriores a la tendencia mundial de prohibir las bolsas de plástico desechables en tiendas y supermercados; por motivaciones económicas, ambientales, sanitarias y de seguridad. Las autoridades en Bucaramanga han iniciado una campaña para aumentar los índices de reciclaje pero –como ya se ha dicho- también hay que trabajarle a la reducción de la producción de  residuos. ¿Por qué no  prohibir  la distribución de bolsas de plástico desechables en tiendas y supermercados? Bucaramanga sería la primera ciudad Latinoamericana en adoptar la medida.

 

Aclaración a lectores de columna pasada: el anuncio de  “cerrar el ciclo de los TLC” en Colombia lo hizo el Ministro de Hacienda. http://www.dinero.com/actualidad/economia/articulo/ahora-turno-para-politica-industrial/179994