domingo, marzo 21, 2010

Represas + mineria = ¿más terremotos?

Publicado en Vanguardia Liberal en marzo 17 de 2010

Me he referido en este espacio a estudios que relacionan un aumento en la frecuencia de los terremotos con la construcción de grandes represas y con explotaciones mineras y petroleras a gran escala. Señalaba que el tema se viene estudiando desde los años 60 y que –en la actualidad- cerca de 100 represas han sido sindicadas de ocasionar temblores de tierra. Aquí en el país algunos todavía piensan que se trata de ciencia ficción. Sin embargo, estudios recientes tienden a confirmar que se trata de un problema real.

A fines del año pasado, por ejemplo, un equipo de científicos dirigido por Shemin Ge de la Universidad de Colorado (Estados Unidos), publicó un artículo en la revista Geophysical Research Letters (vol. 36) que advierte: “Potencialmente la represa de Zipingpu pudo adelantar el terremoto de Sichuan (China) en varias decenas o tal vez centenares de años”. El terremoto de Sichuan ocurrió en mayo del año 2008, ocasionó 88.000 muertos con una intensidad de 7.9 en la escala de Richter.

Después de la tragedia, el ingeniero jefe de la Oficina de Geología y Minearología de Sichuan planteó que el sismo es “un ejemplo suplementario, el más espectacular jamás observado, de la sismicidad inducida por represas”. Hasta ese momento se había comprobado que algunas represas podían inducir sismos de hasta 5.3. Esta represa de Zipingpu tiene 156 metros de altura, fue puesta en servicio en el año 2004 y esta localizada a un kilómetro de un sistema de fallas. Otro geólogo estadounidense ya había asociado este terremoto con actividades humanas (Science, febrero 2009).

Todo lo anterior, para insistir en la necesidad de adelantar estudios sobre sismicidad inducida con relación a Hidrosogamoso, cercana al nido sísmico de Bucaramanga y a zonas con explotaciones mineras y petroleras, actividades que –como ya se dijo- también han sido relacionadas con sismos.

En el caso del embalse de Bucaramanga, quedará cerca de las fallas de Bucaramanga y Surata. Para completar, más arriba se desarrolla un demencial proyecto de minería a cielo abierto en paramos que –además de los riesgos sísmicos- constituye la principal amenaza para el abastecimiento de agua potable del Área Metropolitana de Bucaramanga. Ahora, si una vez realizados los estudios se concluye que no hay problema, bien, pero lo que no podemos hacer es construir obras y después sentarnos a ver que pasa.

Ver gráficos sobre sismicidad inducida en este mismo blog en notas publicadas en octubre 20 y 21 de 2009.

jueves, marzo 11, 2010

Votemos para desinfectar el Congreso y la Casa de Nari

Columna publicada en Vanguardia Liberal en marzo 10 de 2010

El 19 de febrero el presidente Álvaro Uribe estuvo en la Universidad Santo Tomás inaugurando la Cátedra de Emprendimiento. Durante el evento, los estudiantes Wayuu cuestionaron al Icetex, ya que no habían recibido los créditos prometidos el año pasado. Los indígenas agradecieron a la Universidad, que no les cobra sus matrículas, pero advirtieron que sin los créditos “no tenemos cómo sostenernos”.

Una vez oyó la queja, Uribe pidió el celular que lo acompaña en sus consejos comunales, llamó a la directora del Icetex y la conminó a agilizar el trámite. Los asistentes aplaudieron la reacción del Presidente, quien sin duda cosechó un par de votos (esto fue antes del naufragio del referendo). Leo en la Vanguardia del 28 de febrero que el Icetex aún no había entregado los recursos; los Wayuu reiteraron que no tienen dinero para el bus, para fotocopias, ni para nada ¿No será que Metrolínea les regala unas tarjetas?

Este incidente permite corroborar que al Presidente le gusta “resolver” problemas puntuales en sus diferentes modalidades de consejos comunitarios, pero que no está interesado en aplicar políticas nacionales de beneficio social. En este caso, aparentemente solucionó (esperemos que así sea) un problema de créditos a unos estudiantes indígenas, pero no hace ni dice nada frente a los continuos asesinatos y atropellos que sufren los indígenas colombianos. La concejal indígena Ati Quigua del PDA de Bogotá, ha denunciado que grupos indígenas “están siendo asesinados por la mafia de las drogas y la política guerrerista del Estado colombiano”.

Éste es el estilo uribista de gobierno, poses espectaculares para cosechar el aplauso de las masas, mientras que los problemas de fondo se hinchan. Mientras le otorga un subsidio a un microempresario, el desempleo y la informalidad crecen en forma monstruosa en el ámbito nacional. La ciudadanía debe entender que los presidentes no están para arreglar vías veredales o repartir subsidios, sino para liderar políticas sociales y económicas de gran alcance y trascendencia. Esa es la diferencia entre el estadista y el populista.

Por lo mismo votemos para desterrar del Congreso y la Presidencia el populismo caudillista, la corrupción politiquera, la mediocridad y las alianzas con grupos armados de cualquier pelaje. Votaré por los candidatos del PDA que no sean anapistas. Pero hay otras opciones: es el caso del médico liberal Salvador Rincón (tarjetón 104).

sábado, marzo 06, 2010

Las Cortes: ¿el último bastión de la decencia nacional?

Publicado en Vanguardia Liberal en marzo 3 de 2010

Un buen ejemplo de los riesgos que se corrían al re-reelegir al presidente Uribe, lo encontramos en la votación del putrefacto referendo reeleccionista en la Corte Constitucional. A pesar de los protuberantes vicios de forma y de fondo, dos magistrados de los nueve no compartieron la decisión de hundir el esperpento. ¿Por qué estos dos no acompañaron a sus colegas, a pesar del abrumador material probatorio? Coincidencialmente ambos son íntimos de Uribe, por lo que han debido declararse impedidos. El magistrado Mauricio Gonzáles fue su subalterno, uno que –al parecer- sigue guardándole lealtad (¿o temor?) a su antiguo jefe.

El otro es Jorge Pretelt, vecino del Uberrimo en Montería. Cuando fue elegido magistrado Semana advirtió: “Lo preocupante es que el Presidente, que designó a los candidatos y acordó su elección con sus mayorías en el Congreso, parecía más interesado en colocar fichas (en la Corte) que le fueran leales, a nombrar profesionales con destacada trayectoria constitucional”.

Ese es el meollo del problema. Si Uribe hubiese sido reelegido seguiría eligiendo magistrados que obedecen, no a la Constitución, sino a sus ímpetus mesiánicos. No solo magistrados, ahí vemos la presión que ejerce sobre la Corte Suprema para que elija un fiscal de bolsillo, dócil a la hora de exculpar a sus socios y familiares sindicados de narcoparapolitica. Un caso bochornoso es el del Procurador General, asesor espiritual de Uribe, quien recomendó avalar el adefesio aprobado por el Congreso. Un Congreso que –con las excepciones conocidas- no funciona como un poder independiente, sino como otra dependencia de la Casa de Nari.

De tal manera que otra reelección hubiese llevado a la desaparición total de la independencia de los poderes y a un régimen muy parecido al que ha impuesto el atarban de Chávez en Venezuela. Las Cortes, la Suprema y la Constitucional, han frenado esta carrera hacia el abismo dictatorial.

Uribe ha reiterado que el país debe continuar sus políticas y algunos candidatos repiten –como loros- lo mismo. Pero si juzgamos por los resultados, que es por lo que debemos juzgar, habría que preguntarse: ¿Reelegir que? ¿El crecimiento monstruoso del desempleo y la informalidad? ¿De la corrupción y la inseguridad urbana? ¿Reelegir el desastre sanitario y ambiental? Por lo mismo hay que votar por candidatos que han propuesto rectificar el rumbo ético, social y económico, como Jorge Enrique Robledo del PDA